Aunque las buenas noticias no venden, porque en parte esa es la naturaleza del periodismo de nuestros días, que lucra con la catástrofe, con la tragedia, con lo negativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador trata de poner siempre el punto sobre las íes, para destacar, para enfatizar los grandes logros de su mandato. Los agoreros del desastre, los neoliberales, quienes quieren que le vaya mal al país, luego de que fueron los grandes beneficiarios del saqueo, se quedarán con las ganas de ver la tragedia.
Así lo dijo este lunes el mandatario, en su segunda conferencia de prensa luego de que reapareció el viernes, ya repuesto del tercer contagio de COVID-19: “Yo puedo decirle a los mexicanos, con absoluta seguridad, que no estamos avizorando ninguna crisis económica financiera, este año ni el otro y se descarta que en el futuro se pueda presentar una crisis como las que ha habido en los cambios de gobierno”, destacó.
Claro, precisó, los vaivenes de la economía podrían sentirse con el cambio de gobierno en Estados Unidos, porque siempre los efectos del país vecino se sienten en el nuestro, pero aquí en México tenemos una economía fuerte; el manejo financiero del gobierno se hace con disciplina; existe un plan de austeridad que ha contenido el gasto al interior, porque tenemos un mandato que le ha dado prioridad al pueblo, a la gente, a nuestros hombres y mujeres, a las niñas y los niños, a la juventud mexicana.
“Nosotros esperamos que siga habiendo crecimiento, que se sigan generando empleos. La verdad es que se está fortaleciendo mucho el mercado interno. Nuestros adversarios dicen que estamos destruyendo al país. Ayer leía un mensaje de un usuario en redes sociales que decía: fui a un centro comercial, lleno y luego a un tianguis, lleno. ¿Dónde está la destrucción del país?”, se preguntó López Obrador.
Esto me hizo pensar en aquella campaña que quisieron enderezarle, donde decían que era “un peligro para México”. Ya la gente sabe quiénes han sido un peligro para México, ellos, los neoliberales, los que han lucrado con las necesidades de la gente. Hoy, el país va viento en popa y se augura una gran bonanza en los tiempos inmediatos por venir.
Los que vociferan en contra lo hacen porque perdieron sus privilegios, porque dejaron de tener los contratos millonarios que no eran otra cosa que el disfraz del saqueo de los recursos de nuestro país. Ahora niñas y niños tienen becas y a nuestros jóvenes les espera un mejor futuro. Todo esto, porque se tiene la capacidad de un gobierno que ha sabido administrar los recursos y ha entregado a la gente lo que es de la gente.
Paz laboral, paz social en Veracruz
Este lunes, desde Palacio de Gobierno, en el corazón de Xalapa, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez presidió el desfile conmemorativo por el Día del Trabajo y fue testigo de cómo los resultados de los gobiernos de la transformación se traducen en paz social. Los veracruzanos somos hijos de un pueblo trabajador, de grandes valores culturales e históricos y este día se demostró una vez más.
Acompañado del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos y de los representantes de los poderes legislativo y judicial, el mandatario veracruzano recibió el cariño de la gente y el reconocimiento por el trabajo realizado en la entidad. Las y los trabajadores desfilaron por Enríquez, conscientes del esfuerzo que realizan día a día en pro de la grandeza de nuestro estado y país.
Facebook Yair Ademar Dominguez; Twitter @YairAdemar