La comida desempeña un papel fundamental en la formación y expresión de la identidad de una comunidad, desde una perspectiva cultural, antropológica y sociológica. A través de sus ingredientes, preparaciones, formas de consumo y rituales asociados; la comida se convierte en un reflejo de las costumbres, valores, historia y entorno de un grupo humano. La comida no solo proporciona sustento físico, sino que también actúa como un medio de comunicación simbólica, transmitiendo conocimientos, tradiciones y relaciones sociales entre generaciones. La forma en que los ingredientes locales se combinan y se presentan, así como las ocasiones en las que se comparte la comida, se convierten en marcadores distintivos de la identidad de los pueblos originarios y de las regiones de Veracruz.
Veracruz es una región rica en diversidad geográfica y étnica, lo que ha contribuido a la formación de una cocina única y variada. La cocina veracruzana refleja la influencia de las culturas indígenas, africanas y europeas que se encontraron y mezclaron en la región a lo largo de la historia. Los ingredientes autóctonos, como el maíz, los frijoles, los chiles y diversas frutas tropicales, se combinaron con ingredientes provenientes de la conquista, como la carne de cerdo, el arroz y la caña de azúcar.
El sincretismo cultural en la comida de Veracruz es evidente en la forma en que los ingredientes y técnicas culinarias de diferentes orígenes se han fusionado para crear platos únicos. El turismo gastronómico desempeña un papel crucial en la economía de Veracruz. Los platillos tradicionales y la cocina regional atraen a turistas locales e internacionales que buscan experimentar la autenticidad culinaria del lugar. Los chefs regionales y cocineros tradicionales son guardianes de las recetas y técnicas autóctonas, asegurando que la rica herencia culinaria de Veracruz se conserve y transmita a las generaciones futuras. Su participación en la promoción de la comida local y la innovación en la presentación de platillos también contribuye al desarrollo económico y turístico de la entidad.
Para preservar la comida tradicional del estado de Veracruz como un elemento cultural y aprovechar su potencial como motor de la actividad económica y turística, tanto el gobierno estatal como los municipios deben implementar políticas públicas permanentes. Se puede crear una campaña de promoción a nivel local, nacional e internacional que resalte la diversidad y autenticidad de la comida tradicional de Veracruz. Esto incluiría la participación en ferias gastronómicas, festivales culturales y eventos turísticos donde los platillos veracruzanos sean protagonistas.
También foros para enseñar a las nuevas generaciones y a los turistas acerca de la importancia de la comida tradicional, su preparación y su valor cultural. Esto podría incluir talleres, conferencias y cursos sobre gastronomía local. Además es necesario brindar apoyo financiero y técnico a los productores locales de ingredientes y productos tradicionales, como agricultores, pescadores y artesanos. Esto contribuiría a mantener viva la cadena de suministro de los ingredientes esenciales para la comida tradicional.
Es factible que el gobierno estatal y los municipales establezcan rutas gastronómicas que permitan a los turistas explorar los lugares donde se originaron los platillos tradicionales y degustarlos en su entorno original. Esto puede incentivar el turismo culinario y el desarrollo local. Considero que es necesario trabajar en conjunto con instituciones culturales y organizaciones internacionales para lograr que ciertos platillos veracruzanos sean reconocidos como parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, lo que podría aumentar su visibilidad y prestigio. Las delicias de Veracruz representan un orgullo de nuestra cultura, con un potencial económico y turístico que debe ser alentado con mayor vigor. Tw: @lorenapignon
Diputada federal