23 de Noviembre de 2024
 

LA SEÑORA PRESIDENTA / Por Lorena Piñón Rivera

 

 

 

Independiente a los matices ideológicos o conveniencias de cada quien, hoy quiero destacar que la próxima persona que sea titular del poder ejecutivo federal, será de forma irreversible una mujer, hecho que significará indiscutiblemente el rompimiento del techo de cristal más elevado del sistema político mexicano. No entraré en distinciones pormenorizadas en este texto, pero debo referir que me entusiasma que llegue una mujer con auténtico liderazgo y emoción social para así detener al autoritarismo vigente.

El papel de las mujeres en la política ha sido históricamente subestimado y limitado por barreras de género que han perdurado a lo largo del tiempo. Sin embargo, en un mundo cada vez más consciente de la igualdad de género y la diversidad, la elección de una mujer como presidenta de México marcará un hito trascendental en la historia del país y tendrá profundas implicaciones en diversos ámbitos desde los legales y políticos, hasta sociológicos y pedagógicos.

Cuando yo era niña, los referentes que teníamos en el histórico de mujeres jefas de estado eran apenas un puño y completamente lejanos de México: Corazón Aquino, Margaret Tatcher e Indira Gandhi por mencionar algunas. Esta trascendental elección será un mensaje poderoso para las niñas que verán en este acontecimiento a un ejemplo a seguir, desafiando estereotipos y brindando una visión inspiradora para el futuro en todas las facetas de la vida.

Aunque México ha avanzado en la promulgación de leyes que promueven la igualdad de género, la representación de las mujeres en los cargos políticos más altos sigue siendo insuficiente. La toma de decisiones políticas con una presidenta de la república, debe conducir a políticas más inclusivas y equitativas que aborden las preocupaciones y necesidades de todas las personas.

Desde una perspectiva sociológica, la elección de una mujer como presidenta de México tendrá un profundo impacto en la sociedad mexicana. De acuerdo con la teoría de roles sociales de Talcott Parsons, la elección de una mujer presidenta en México desafiará las normas tradicionales de género y cambiaría las expectativas sociales sobre lo que las mujeres pueden lograr en la vida política y en otros ámbitos.

Insisto en lo pedagógico que resultará: Las niñas que verán a una mujer ocupando el cargo más alto del país tendrán un modelo de triunfo sobre los prejuicios machistas. Esta experiencia puede aumentar la autoestima de las niñas y fomentar su interés en la política y en otras áreas en las que las mujeres han sido históricamente subrepresentadas. La importancia de esta elección trascenderá las fronteras de México y establecerá un precedente para la igualdad de género en la política a nivel mundial. : @lorenapignon_



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