Piedra Imán
Manuel Zepeda Ramos
Periplos.
Inevitable. Para los que intentamos ofrecer a nuestros lectores el acontecer inmediato en nuestro país de la mejor manera posible, pasar desapercibida la intensa movilización del Presidente Peña Nieto por el Planeta puede resultar hasta irresponsable.
Aun antes de tomar posesión, el presidente electo de México tuvo un desplazamiento vertiginoso, prácticamente por los cinco continentes, para levantar los platos rotos que se habían dejado de manera descuidada, entre otros muchos temas que a México le interesaba retomarlos, de inmediato, para poder caminar por la ruta que la nueva vida global recomienda.
Creo que la relación de México con el Mundo, en la presidencia de Peña Nieto, se empieza a notar de manera intensa y el Mundo empieza a acusar recibo, también notablemente.
Ahora sucedió en Nueva York, por motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El año pasado, habrá que recordarlo, no le fue posible asistir porque el huracán Manuel estaba haciendo de las suyas en Guerrero y en buena parte del país.
Pero ahora pudo hacerse un tiempo, después de atender prontamente como deben ser atendidos los auxilios del Ejecutivo Federal en tiempos de desastre, al pueblo sudcaliforniano azotado fuertemente por el huracán Odile.
El Presidente de México hizo su chamba de manera notable en la Gran Manzana.
Primero, en la reunión mundial sobre pueblos indígenas. Peña Nieto fue el orador responsable de todos los pueblos de América Latina y el Caribe ante el conglomerado de Naciones del Planeta que nació después de la Segunda gran Conflagración mundial, en 1945, precisamente para evitar otra de ese tamaño que produjo la tenebrosa suma de más de 60 millones de terrícolas muertos. Invitó el Presidente de México a proteger los derechos de todos los pueblos originales del mundo y a ser vigilantes permanentes de la región latinoamericana y del Caribe, pueblos que llevan perennemente tatuados ese compromiso por ser ellos, los pueblos de la región, parte principal de esas culturas originales. Cada habitante de Latinoamérica y el Caribe, no hay que olvidarlo, lleva sangre indígena milenaria.
Después, en la de Cambio Climático. Allí se pronunció por el gran compromiso que tenemos con las futuras generaciones acerca del Mundo que nos han prestado, por lo que tenemos la gran obligación de devolvérselo en buenas condiciones para seguirlo habitando. Es el hombre, ciertamente, quien lo ha deteriorado, pero es el hombre mismo quien puede solucionarlo, apunto el Presidente de México. El acuerdo plural en torno a las reformas estructurales es ejemplo al mundo para pedirle a la ONU que así, pluralmente se replanteen acciones que permitan tener un mundo habitable y funcional, acotó Peña Nieto palabras más, palabras menos. Para México, dijo el Presidente, cuidar el cambio climático es un compromiso permanente.
En el marco de este viaje a Nueva York, el Presidente de México recibió la presidencia de la Alianza para el Gobierno Abierto, una de las iniciativas multilaterales de la actualidad, de vanguardia, que aglutina a las naciones del mundo. El Presidente de los Estados Unidos estuvo sentado en esa ceremonia a un lado de Enrique Peña Nieto; al otro lado estaba el Rey de España, significando la pluralidad de esa organización.
Pero en esas escasas horas de intensa actividad neoyorkina, el Presidente de México recibió condecoraciones importantes.
Recibió el Premio al Estadista Mundial. Lo hago a nombre del pueblo de México, dijo Peña Nieto, porque los avances en mi país no son el resultado de un solo hombre, ni siquiera de un solo gobierno; son logros de toda una nación que se atrevió a cambiar. México está en movimiento; avanza con paso firme hacia una mayor inclusión y prosperidad, acotó el Presidente.
El Consejo del Atlántico, que es un Centro de análisis, debate e investigación a favor del diálogo y la generación de políticas innovadoras, le otorgó el Premio al Ciudadano Global, que por primera vez se le concede a un presidente latinoamericano. Peña Nieto invitó al Consejo del Atlántico a que conozcan nuestro país. México es un destino confiable para las inversiones, subrayó. Allí también habló Henry Kissinger, el destacado Secretario de Estado norteamericano en el gobierno de Richard Nixon. Dijo que México jugará con Norte América un rol crucial en el futuro del orden internacional. Peña Nieto ha llevado a México a un sitio nunca antes llevado, acotó el ex-Secretario de estado y premio Nobel de la Paz.
Fueron pues, horas de intensa actividad de política internacional. El Presidente todavía tuvo tiempo de reunirse con varios mandatarios de diferentes partes del Planeta; el rey de España entre ellos.
¿Habrá todavía quien especule con la enfermedad del presidente?
Cuando usted lea mi artículo, Peña Nieto ya habrá de estar de regreso en nuestro país; ya habrá hecho muchas otras actividades. Destacará su presencia una vez más en Baja California Sur, para seguir coordinando con su gabinete el gran rescate de esa entidad federativa turística que quedó seriamente dañado. El próximo mes habrá de dar inicio la temporada turística de invierno y el compromiso de todos es estar listos para recibir a los cientos de miles de turistas de todo el Mundo que llegan a esas paradisíacas playas a disfrutar del descanso de fin de año.
Si al Presidente le va bien, a México le va bien.
Por lo que vemos, así está sucediendo.
No hay que olvidarlo.