Mañana arranca una de las mayores campañas de ventas en México: El Buen Fin, un evento que, año con año, enfrenta a consumidores y tiendas en una auténtica “avalancha de descuentos” en la que solo los más hábiles salen ganando. Del viernes al lunes, millones de personas saldrán en busca de esa oferta irresistible, de ese descuento que justifique el gasto o, al menos, la ilusión de ahorro.
Pero, a diferencia de antaño, este año la batalla se libra en dos frentes: el físico y el digital, y es precisamente aquí donde muchos (incluido este reportero) nos preguntamos si los verdaderos ganadores están en las filas interminables de las tiendas o en el carrito virtual de una plataforma online.
El Buen Fin se ha consolidado como una campaña crucial para la economía mexicana. Este evento, en sus primeros años de vida, apenas era visto como un experimento de imitación del Black Friday estadounidense. Hoy, ya no se trata solo de una oportunidad de consumo, sino de un termómetro de la salud económica y el poder adquisitivo del mexicano.
Según el estudio ‘Consumo Buen Fin México 2024’ de Elogia, 87.3% de los internautas planea aprovechar las promociones en productos como tecnología, moda y electrodomésticos. Esto implica que, al menos en intención de compra, El Buen Fin ya tiene asegurada una masa crítica de consumidores.
Ahora bien, con un crecimiento en la intención de compra de 2% en comparación con el año pasado, resulta evidente que el consumidor mexicano tiene en mente aprovechar El Buen Fin para adquirir productos de mayor valor. Esto es una clara estrategia por parte de las empresas que ven en estos días una oportunidad no solo para vender más, sino para reforzar su relación con el cliente a través de experiencias de compra mejoradas, tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales.
Es aquí donde la publicidad en redes sociales se ha convertido en un aliado indispensable. Plataformas como TikTok, Instagram y Facebook amenazan a los medios tradicionales para convertirse en el principal escaparate de las ofertas de El Buen Fin. La cifra es contundente: 68.1% de los consumidores planea consultar las redes para enterarse de las promociones. ¿Por qué? Porque estos espacios no solo son inmediatos, sino que permiten a las marcas adaptarse a los gustos y comportamientos de los usuarios de manera casi quirúrgica.
Además, el estudio muestra un cambio en el comportamiento de compra de los consumidores. Un 39.8% empieza su búsqueda en línea, aunque la conclusión de la compra a veces ocurre en una tienda física. Esto puede parecer contradictorio, pero responde a una realidad híbrida en la que los consumidores buscan comparar precios y ver opciones en línea antes de dar el paso final. Sin embargo, un significativo 39% prevé realizar todo el proceso de compra en línea, especialmente los menores de 45 años, lo cual nos habla de una generación que prioriza la comodidad y la rapidez sobre la experiencia tradicional de ir de tienda en tienda.
La movilidad juega un papel clave en esta transición al mundo digital. Según el mismo estudio de Rlogia, 70% de los compradores prefiere realizar sus compras desde dispositivos móviles, consolidando al smartphone como el rey de las compras en línea.
Los marketplaces, encabezados por gigantes como Mercado Libre y Amazon, son los favoritos para estas transacciones, mientras que otras opciones como Walmart y Shein ganan popularidad entre jóvenes y mujeres. Esta preferencia no es solo por comodidad, sino porque estas plataformas brindan un catálogo más amplio, y en muchos casos, mejores precios.
Por otro lado, las plataformas de comercio digital han evolucionado para hacer el proceso de compra cada vez más personalizado. Bruno Almeida, director y fundador de US Media, destaca que la clave para que las marcas triunfen en el Buen Fin está en una estrategia publicitaria bien diseñada que aproveche las bondades de la inteligencia artificial y las herramientas digitales.
En un mundo donde los consumidores buscan experiencias personalizadas y exclusivas, la tecnología es fundamental para ofrecer exactamente lo que el cliente quiere ver.
En línea con esta tendencia, 45% de los consumidores de la Generación Z y los millennials planea usar chatbots para sus compras. Esta cifra que nos comparte Sinch, confirma que los compradores jóvenes están cada vez más dispuestos a interactuar con asistentes virtuales. A decir de Sinch, los chatbots y los sistemas de mensajería como RCS (Rich Communication Services) están rediseñando la experiencia de compra, permitiendo respuestas rápidas y personalizadas.
Sin embargo, el reto logístico también es enorme. El Buen Fin representa una prueba de fuego, y el éxito no se mide solo en ventas, sino en la capacidad de cumplir con las expectativas del cliente.