El pasado lunes 3 de Febrero, hubo una llamada entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum, con el propósito de negociar la no implementación de aranceles, mismos que tendrían un gran impacto en el comercio mexicano, ya que nuestras exportaciones en su mayoría van para el vecino del norte, por lo cual es crucial llegar a un acuerdo, resultando en que la presidenta mandará diez mil elementos militares a la frontera norte para así evitar que ingresen migrantes ilegales y fentanilo, sin embargo para que todo esto sucediera, pasaron muchas cosas el pasado fin de semana.
El primer impacto sucedió el día 1 de Febrero, cuando el presidente Trump dijo desde la Casa Blanca que el gobierno mexicano estaba coludido con el narcotráfico y crimen organizado, siendo esta la razón por la cual implementaría un arancel del 25% a todos los productos mexicanos que se exporten a los Estados Unidos, provocando así un torbellino de reacciones, lo suficientemente contundentes para que políticos como Gerardo Fernández Noroña pidiera apoyo a la oposición cuando anteriormente había dicho que nunca negociarían con los partidos de oposición, de igual manera en la Cámara de Diputados, un teatral Ricardo Monreal entonó el Himno Nacional junto con los diputados morenistas, en apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ahora bien, el pasado lunes se hizo una llamada entre Trump y Sheinbaum, acordando que se pausaría la implementación de aranceles, a cambio de que México aportara diez mil soldados en la frontera norte con Estados Unidos y así evitar el paso de drogas e inmigrantes indocumentados, y el gobierno estadounidense acordó trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder, logrando aplazar por un mes las medidas prometidas por Donald Trump.
Si bien esto es bueno, no se puede cantar victoria, ya que continuarán negociaciones de alto nivel, por lo cual la presidenta deberá reunirse con su equipo para planear su estrategia de cara a las próximas negociaciones que tendrán cúspide acabando Febrero.
No obstante, esto puede tener implicaciones internas, puesto que con la actual militarización legalizada en México, no se pueden dar el lujo de mover elementos del ejército, porque puede afectar las estrategias de seguridad al interior del país, especialmente en Sinaloa, ya que a varios meses de que el estado cayera en un torbellino de inseguridad nunca antes visto, se necesitan más recursos, incluidos los militares, por lo cual deberán ajustar las estrategias de seguridad que están vigentes y que planeen implementar en un futuro.
Es por ello, que la estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum será lo más importante de este sexenio, pues de ello dependerán las herramientas con las que irán a la próxima negociación con Donald Trump, ya que con esto se confirma que los aranceles serán la forma de negociar del mandatario estadounidense.
No es ninguna sorpresa lo que pidió Donald Trump, pues en su primer mandato usó las mismas formas de presión para llegar a acuerdos, siendo esto definitivo para la firma del tratado T-MEC el 30 de Noviembre del 2018, con lo cual no era sorpresa la que había dicho el presidente estadounidense, ya que como buen empresario usará lo que esté a su alcance para negociar según sus términos, por lo que casualmente implementó aranceles el 1 de Febrero y tuvieron una reunión el 3 de Febrero para aplazarlos, concluyendo de esta forma que así será la dinámica entre Canadá, México y Estados Unidos, siendo un cumplimiento de exigencias en materia comercial, migratoria y de seguridad en favor de los intereses estadounidenses, y de no hacerlo, usará los aranceles u otro tipo de sanciones comerciales como manera de negociación.
Es momento de reflexionar, ya que ahora más que nunca dependemos de la estrategia de seguridad del Gobierno Mexicano, pues los resultados de esta tendrán un impacto comercial, pues la nueva guerra del siglo XXI es la comercial, por lo que a México le conviene invertir todo en la seguridad para así proteger el comercio, o ¿Qué opinas?