Ya falta menos para lo que será algo inédito para los mexicanos. Por primera vez votaremos para elegir a las personas juzgadoras en nuestro país y aunque al principio muchos torcieron la boca y otros soltaron carcajadas, bastó con que se abriera el registro para que los candidatos brotaran por todos lados, algunos con verdaderas ganas de participar y otros con hambre de reflector. Finalmente, el 1 de junio de 2025 se realizará una elección judicial extraordinaria para cubrir 881 cargos federales.
Si bien es cierto que la elección será un ejercicio complicado y hasta con resistencias, también es verdad que varios de los candidatos han hecho un esfuerzo por educarnos en la manera de votar y algunos para mostrarnos sus propuestas de trabajo y trayectorias.
Al ser este, un espacio que pretende destacarse por su especialización en tecnología, no pude abstraerme de la coyuntura y de los métodos que han usado los candidatos para promoverse y darse a conocer, siendo las redes sociales uno de los principales (o el único) método para difundir las ideas y experiencia de los candidatos.
No hay spots, no hay mítines, no hay financiamiento público ni privado, y menos apoyo de partidos. Las reglas del INE prohibieron todo eso. Así que la campaña, que termina el 28 de mayo, ha sido 100% digital. Y si no estás en redes, no existes.
Abogados, jueces y magistrados, normalmente renuentes a exponerse, de pronto descubrieron TikTok, Instagram y hasta los Reels. El INE permitió que usaran sus redes siempre que lo hicieran de forma orgánica, es decir, sin dinero de por medio. El resultado fue, a veces, una sobredosis de creatividad, con mensajes ingeniosos, hashtags desesperados y videos virales donde la toga se cambió por filtros o canciones curiosas.
La joya de la contienda, evidentemente, es la elección de ministros de la Suprema Corte, donde Yasmín Esquivel Mossa destaca como figura central. De acuerdo con Consulta Mitofsky, Esquivel es la favorita de la ciudadanía para presidir el Poder Judicial.
En términos de marketing digital, Yasmín Esquivel presume de métricas respetables tomando en cuenta su perfil. En Facebook tiene más de 6,500 seguidores, pero más importante aún, mantiene una conversación activa con más de 3,500 usuarios. En Instagram suma 5,630 seguidores, en TikTok rebasa los 7,800 y en X (antes Twitter) roza los 50 mil. Engagement no le falta.
Las encuestadoras Enkoll y Massive Caller también colocan a Yasmín Esquivel como puntera, pero reconocen que otras figuras han sabido construir nichos mediante cibercampañas. Por eso, aunque parezca un chiste, esto ya es una ciberelección.
Marisela Morales, exprocuradora en tiempos de Calderón; Paula García Villegas, hija de la exministra Olga Sánchez Cordero; y Lenia Batres, autodenominada "ministra del pueblo", también se subieron al tren digital.
Del lado de los varones, también hay quienes han hecho de las redes su mejor herramienta. Hugo Aguilar Ortiz, académico que coordina asuntos indígenas, ha encontrado eco con hilos en X sobre justicia y derechos de pueblos originarios. Sin mucho drama visual, pero con datos y constancia, ha generado una pequeña comunidad interesada en su perfil.
Arístides Rodrigo Guerrero, apodado por algunos como el “ministro chicharrón”, ha decidido apostar por temas tech-friendly. Habló de inteligencia artificial, algoritmos y justicia automatizada, un gancho que le ha funcionado para conectar con generaciones nativas digitales que hacen scroll pero que, de vez en cuando, también votan.
Este experimento nacional (sin demérito) ha transformado la elección judicial mexicana en un fenómeno sin precedentes. Lo que solía resolverse entre paredes y expedientes, ahora se ventila en timelines y videos verticales.
Hay quien dice que es populismo judicial. Otros lo defienden como un ejercicio democrático. Pero lo que está claro es que los aspirantes al Poder Judicial han pasado de los estrados al algoritmo, buscando legitimidad y apoyo a través de views, likes y retuits.
Queda por ver si esta euforia digital se convierte en votos reales o si todo queda en un show de redes. ¿Habrá participación masiva? ¿Ganará quien más se mueva en Tik Tok? ¿Yasmin Esquivel se mantendrá como la preferida? Como sea, la justicia mexicana ya entró en la era del algoritmo. Y ahora sí, que venga la sentencia del pueblo.