
El pasado 17 de agosto, se llevaron a cabo las elecciones generales de Bolivia en su primera vuelta, donde eligieron el cargo de presidente de Bolivia, diputados y senadores, conformando así su poder legislativo y dar el pase a los dos primeros lugares para la segunda vuelta electoral que se realizará el 19 de octubre del 2025, para un mandato presidencial de 5 años, y tomando en cuenta la situación delicada en el país sudamericano, estas elecciones pueden representar un cambio de rumbo o una simulación para mantener el poder.
Para comprender la situación de Bolivia debemos retroceder hasta 1964, cuando René Barrientos Ortuño, militar y vicepresidente de Bolivia, dio un Golpe de Estado a su presidente Víctor Paz Estenssoro, iniciando con ello una dictadura militar que culminó en 1982 con la elección de Hernán Siles Zuazo como presidente, siguiendo así 20 años de gobiernos civiles, en los cuales no pudieron disminuir la pobreza ni garantizar la estabilidad política, por lo cual en el año 2003 el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada tuvo que dimitir tras un plan fallido de reestructuración económica que había iniciado su antecesor Jorge Quiroga, además de la llamada “guerra del gas”, en la cual hubo enfrentamientos por el proyecto de un gasoducto que exportaría gas a Chile, siendo esto un punto de choque entre grupos políticos y sociales, provocando así una crisis política que llegaría a su punto máximo en las elecciones del año 2005, donde se eligió al izquierdista Evo Morales como presidente de Bolivia, derrotando a Jorge Quiroga, quien había sido presidente interino del 2001 al 2002 en sustitución del expresidente Hugo Banzer.
La victoria de Evo Morales significó un cambio radical en Bolivia, siendo apoyado en gran medida por sus políticas sociales, mismas que estuvieron aseguradas por el la exportación de gas natural, así como venta de otros recursos, aprovechando el “boom comercial” de Sudamérica en la década de los 2000, sin embargo la situación económica no cambió, pues de fondo nunca se obtuvo crecimiento económico real, sino un Estado paternalista y corrupto que impediría la libertad económica de Bolivia, siendo los años 2000 como una oportunidad perdida, pues para el año 2019 ya no había dinero para sostener las políticas sociales de Evo Morales.
Aunado a lo anterior, Evo Morales corrompió las instituciones para así lograr que en 2016 se aprobara un referéndum en el cual podía elegirse indefinidamente, teniendo el visto bueno del Tribunal Constitucional Plurinacional en 2017, llegando a 2019 totalmente desgastado por su actuar antidemocrático y la situación precaria en la que se encontraba Bolivia para las elecciones del 2019, ganando aún así Evo Morales, sin embargo al perder todo su apoyo político y militar, el expresidente Morales renunciaría el 10 de noviembre del 2019, por lo cual se repitieron las elecciones en 2020, ganando Luis Arce.
Todo lo anterior ha contribuido a que Bolivia esté sumido en la pobreza, inseguridad, corrupción, inestabilidad política y debilidad institucional, por lo que al día de hoy se puede entender la importancia e impacto de las elecciones presidenciales del 2025, teniendo como los principales candidatos a viejos conocidos de la política como Jorge Quiroga Ramírez, expresidente de Bolivia y varias veces candidato presidencial, también tenemos a Rodrigo Paz Pereira, senador y familiar de los expresidentes Víctor Paz Estenssoro y Jaime Paz Zamora, sin olvidar al ya varias veces candidato presidencial Samuel Doria Medina.
En esta primera vuelta electoral, se dieron muchas irregularidades, pues no permitieron participar a todos, siendo el caso de Jaime Dunn, un experto en finanzas quien tenía un proyecto totalmente liberal, pero que por trabas impuestas por el gobierno y a la falta de un apoyo partidista no pudo competir.
Los resultados de esta primera vuelta, sorpresivamente dieron como ganador Rodrigo Paz con el 30% de los votos, dejando en segundo lugar al favorito de las encuestas, Jorge Quiroga con el 28% de los votos aproximadamente, relegando a Samuel Doria Medina al 20%. No obstante, debemos tener en cuenta que Evo Morales al no poder participar por estar prófugo de la justicia, llamó a votar nulo, llegando a contabilizar 22% de votos nulos, que en términos numéricos sería como tener el tercer lugar, dejando a los candidatos oficialistas Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo con el 8% y 3% respectivamente.
Como ningún candidato obtuvo el 50% de los votos, el 19 de octubre se llevará a cabo la segunda vuelta electoral solo entre Rodrigo Paz Pereira, quien no tiene un discurso definido por lo cual muchos especulan que las cosas pueden seguir igual, y Jorge Quiroga Ramírez, quien ya ha sido presidente y que ha tratado de ser centrista, aunque con propuestas liberales que podrían dar respiro a precaria situación de Bolivia.
Es momento de reflexionar, ya que en el país sudamericano pasó algo interesante, pues hubo un apoyo popular a quien les dio ayudas sociales a costa de la estabilidad institucional, política, económica, social y jurídica de ese país, pero cuando ya no pudieron dar más apoyos y ante una economía insostenible, la ciudadanía le dio la espalda a la izquierda en Bolivia, por lo cual es imposible no pensar en la situación de México y si algún día podría llegar a ese escenario o solo quedará como algo que pasa en otros países, pero jamás en México, o ¿Qué opinas?