24 de Noviembre de 2024
 

Karime Macías Tubilla - Metamorfosis

Columna Casa Veracruz

Metamorfosis

Por Karime Macías Tubilla

El martes conocí a una pequeña que vive en Boca del Río. Por su estatura no tiene más de siete años. Su nombre es Yazmín.

Yazmín me saludó en la inauguración de la Unidad Deportiva “Hugo Sánchez”, misma que servirá de escenario para las competencias de futbol femenil de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014. Yazmín se acercó a mí porque su mamá le dio un pequeño empujón en la espalda. No le quedó de otra más que saludarme apenada.

Yazmín llevaba en la mano, sostenido con sumo cuidado, un platito desechable con tres tamales. Los sostenía muy firme como quien guarda un tesoro. Supongo que era la cena para ella, su hermano menor y su mamá.

 

Me agaché para estar a la altura de sus ojos y preguntarle: “¿Vas a venir a hacer deporte aquí?”. No supo que contestarme y tan solo alzó los hombros.

“Estas instalaciones son para ti”, le dije.

Y los ojos de mi nueva amiga se iluminaron. Yazmín volteó a ver a su mamá con una mirada en donde pude adivinar emoción.

Con esa misma emoción veo la transformación que hay en las instalaciones deportivas de nuestro estado. Algunas totalmente nuevas, otras remodeladas al cien por ciento, quedan como legado para que nuestros jóvenes tengan espacios de primer nivel para poder practicar cualquier deporte.

Ha sido una inversión histórica que ha valido la pena.

Si nuestros jóvenes se acercan al deporte y se dan cuenta de que es a través del trabajo constante y disciplinado como se alcanza el éxito, habremos logrado no solo una metamorfosis en las instalaciones sino en la sociedad.

Las instalaciones deportivas, pero más aún los valores que el deporte enseña y exige, son el gran legado que nos dejan a los veracruzanos estos Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.

Son los Juegos de todos y hago votos para que el espíritu deportivo nos una en torno a una celebración de hermandad y de respeto.

Los hemos preparado con sumo cuidado, como la cena que llevaba la pequeña Yazmín en sus manos.

 

 

 



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