APUNTES
Manuel Rosete Chávez
“Los zopilotes que hace tiempo comenzaron a rondar a Brito ya están blancos, cubiertos de canas y él, lleno de vida”
Mario Tejeda Tejada
Domésticas, nuestras migrantes internas
El trabajo doméstico esconde no solo la explotación, sino una actividad económica millonaria que no se refleja en el bienestar de quienes lo ejercen. A pesar de que en la última década, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados que realizan las mujeres en México se redujo en 5.4 por ciento, este porcentaje revela que siguen siendo ellas las que mayormente colaboran con dichas tareas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de las dos mil 148 millones de horas a la semana que destinó la población en 2013 para el trabajo doméstico, las mujeres realizaron 77.7 por ciento no remunerado dentro del hogar, cuando hace diez años la proporción era de 83.1 por ciento.
En 2013, cada persona que realizó labores domésticas y de cuidados no remunerados generó en promedio el equivalente a 28 mil 900 pesos anuales; sin embargo, este valor se modifica de acuerdo con el sexo, ya que el trabajo de las mujeres ascendió a 42 mil 500 pesos, mientras que el de los hombres alcanzó los 13 mil 900 pesos al año.
Al presentar los resultados de la encuesta Percepciones sobre el trabajo doméstico: una visión desde las trabajadoras del hogar y las empleadoras, Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y Ana Güézmes García, representante de ONU Mujeres en México, coincidieron en que el trabajo doméstico en México podría considerarse como una nueva forma de esclavitud.
El Conapred –organismo responsable de la encuesta- ha dado a conocer que 36 por ciento de las personas que incursionan en esta labor tienen entre 10 y 17 años de edad.
La consulta realizada a mil 240 empleadoras y mil 243 trabajadoras evidenció las condiciones de explotación, discriminación y exclusión de las que son víctimas, así como el poco acceso a los derechos básicos de todo trabajador, como son los servicios médicos y el aguinaldo. De acuerdo con la encuesta, solo 4 por ciento está contratada legalmente, el resto tiene un contrato de palabra.
Los resultados fueron presentados por Ricardo Bucio Mújica, quien dijo que se trata de una actividad marcada por la desigualdad de género, ya que aunque también es ejercida por hombres, estos por menos horas tienen un mayor monto salarial. De acuerdo con el sondeo, 46 por ciento labora más de las ocho horas reglamentadas por ley y 16 por ciento trabaja más de 12 horas; el promedio salarial por semana puede ascender a los mil 128 pesos con solo un día de descanso.
Esta situación se puede ver empeorada si la trabajadora es mayor de edad, indígena o migrante (externa o interna), incluso puede tener las tres características: 23 por ciento de las encuestadas son de origen indígena, de esa cantidad, a una de cada cuatro se le prohíbe hablar en su lengua.
El trabajo doméstico es uno de los campos laborales más importantes para las mujeres migrantes ya que es una actividad para la que no se solicitan papeles ni algún nivel de estudios, razón por la cual en México 51 por ciento de las trabajadoras es migrante interna.
En este tema ha habido recomendaciones por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ha urgido al Gobierno mexicano a retomar algunos tratados a los que está adscrito que abordan temas como derechos laborales, prohibición de trabajo infantil y regulación del pago con especie (algunos patrones pagan con escuela, comida o ropa), señaló Ana Güézmes García, representante de ONU Mujeres en México.
Iraís Morales en gira por el norte
Para reforzar la comunicación y mejorar la coordinación en favor de comunidades indígenas de los municipios de Naranjal y Espinal, se llevaron a cabo reuniones de trabajo entre los alcaldes de estos municipios y la delegada en Veracruz de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Iraís Morales Juárez.
Morales Juárez y el alcalde de Espinal, Evencio Tovar Vázquez, se reunieron para analizar avances y pendientes respecto a diversas solicitudes presentadas a esta institución para que apoye proyectos productivos y de infraestructura en este municipio de la Huasteca veracruzana.
Posteriormente, el alcalde de Naranjal, Francisco Florentino Tepepa, acompañado de su comitiva, mantuvo una reunión de trabajo con la delegada de la CDI en la que se revisaron criterios de accesibilidad al Programa de Mejoramiento para la Producción y Productividad Indígena (Proin) y para dar seguimiento a propuestas de apoyo por parte del Ayuntamiento para el desarrollo de infraestructura básica en este municipio de la zona centro de la entidad veracruzana.
A los alcaldes, Iraís Morales dijo que la coordinación y el diálogo permanente con autoridades municipales refuerza la coordinación interinstitucional como ha sido instruido por la directora general de la CDI, Nuvia Mayorga, con el objetivo de motivar una atención cercana, eficiente y pronta para dar respuesta a las necesidades de las y los integrantes de los pueblos originarios de Veracruz.
Reflexión
Si todo marcha bien, ¿para qué la Gendarmería Nacional tendría que atender las regiones centro y norte de la entidad veracruzana como ya lo dejó entrever el comisionado Enrique Galindo? Escríbanos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. www.formato7.com/columnistas