El existencialismo es una corriente filosófica europea originada en el siglo XIX y se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX, centrada en el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida. La existencia humana considera la realidad y la voluntad antes que el pensamiento y la inteligencia. Para el existencialismo, la cuestión fundamental en el ser es la existencia, en cuanto a existencia humana, y no la esencia, y que respecto al conocimiento es más importante la vivencia subjetiva que la objetividad. Se desarrolló sobre todo en periodos de entreguerras y después de la Segunda Guerra Mundial. Kierkegaard, Heidegger y Sartre son los principales representantes de esta corriente filosófica.
Este pensamiento filosófico con gran repercusión personal, asume que en principio se debe hacer notar que no es lo mismo ser que existir, son cosas distintas, aunque el ser y existir siempre estén unidos y vayan de la mano. Por ejemplo, si hablamos de un pegaso, figura mitológica que asemeja un caballo con alas, éste tiene Ser evidentemente, pero no existe en la realidad, lo que realmente existe es un caballo, las alas de las aves, y el hecho de que vuelen, y uniendo estas características podemos formar la idea de un caballo con alas y que vuela. En lo que respecta al ser humano, lo esencial en él no es existir, sino ser un animal racional, de tal modo que si quitamos alguna de estas cualidades, ya no hablaríamos de ser humano, la existencia llega después suponiendo las anteriores características, por lo que nos da como resultado a un ser real y concreto, palpable. Un existencialista pretende decir que somos lo que somos en esencia, porque existimos, nos desarrollamos y perfeccionamos, y sólo la muerte nos impide, evidentemente, seguir haciéndolo. Un existencialista tiene una visión muy pobre y corta de su fin esencial. Viven los existencialistas en una especie de angustia y nostalgia crónica, ya que todo acaba con la muerte, piensan que viven sólo para morir, y lo que hagan con y en su vida, es tema secundario, tienen en su mismo pensamiento el principio de infelicidad, y así son en la mayoría de las veces, sus relaciones personales. No trascienden, no luchan más que por lo indispensable y en la mayoría de las veces llegan a practicar el ostracismo en su vida, es decir, se excluyen voluntariamente de sus deberes y obligaciones. Son taciturnos, nostálgicos y hasta depresivos.
Siendo la vida, aunque tan corta y no tan justa para nadie pero tan hermosa, tan bella, tan llena de satisfacciones y emociones que buscar, con innumerables profesiones que estudiar, muchas mujeres bellas que enamorar, bastantes empleos que desempeñar, variados y versátiles oficios y profesiones que desarrollar, no la desperdicie lamentándose por todo y de todo. Busque, investigue, logre, haga. Existe hoy en día una amplia diversidad, un gran cúmulo de opciones para ser y trascender, para mejorar su nivel de vida. No lo piense mucho, hágalo y pronto. No se quede usted “sentadote” viendo el paso de los triunfadores que van cargando siempre grandes esperanzas, deseos y sueños logrados; haga algo, cosas que verdaderamente valgan la pena realizar y le beneficien a usted mismo y a los suyos. Si lo está haciendo, su dilema existencial está resuelto. Piense, Sea, luego Exista. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto