“La felicidad no es un camino, no es un lugar, ni un metal precioso que con dinero se puede comprar. Felicidad es una flor a la orilla de un río, felicidad es una puesta de sol, es la llegada del otoño, la caída de las hojas, es mil cosas pequeñas y hermosas. No tiene nombre, fecha, ni edad, simplemente es, porque la felicidad está puesta dentro de nosotros, y no hay que buscarla, solo descubrirla y disfrutarla. No hay más secreto que ese.
Hay gente que se pasa la vida buscando la felicidad, esperando ser felices, y al final acaba su vida, y se da cuenta de que desperdiciaron mil momentos para ser felices en su desesperada búsqueda de la felicidad. Comprende, pues, que no hay mayor secreto para ser feliz que buscar la felicidad en tu corazón y vivirla cada minuto de tu vida. Di: Hoy seré feliz y ¡Sé Feliz! Vive alegre, en paz contigo, y con Dios, ama a los demás, sé simple y serás feliz. Camina de la mano con la vida, no delante de ella ni detrás; deja que las cosas vengan como deben venir, no las llames o las detengas, solo espéralas en paz y acéptalas tal como vienen. No te inquietes por nada ni pierdas la paz por nadie, solamente envuélvete en ella y ama, eso sí, nunca dejes de amar, porque entonces habrás perdido lo más valioso de tu existencia y el real sentido de tu felicidad completa”.
Sublime reflexión anónima que nos da un invaluable consejo de vida. La felicidad es un estado emocional de grata satisfacción física y espiritual tan procurado y buscado por todo ser humano que habita en esta gran vecindad, tratando de evitar a toda costa dificultades, tropiezos e inconvenientes por doquier. La felicidad es subjetiva, pertenece al modo de pensar y sentir de cada quien. La felicidad es un proceso neuroquímico emocional y vivencial que sale del alma y depende invariablemente de cuan satisfechas estén sus necesidades emocionales. Es un concepto, un sentimiento. Es una actitud positiva en la vida. No se desespere tanto en encontrarla, está en usted, es parte suya y de nadie más que usted depende hacerla brotar. No se arriesgue tanto en encontrarla, en ocasiones produce durante su búsqueda efectos contrarios. Déjela fluir, sáquela con una actitud de vencedor, afronte con valentía las dificultades y vicisitudes que con mucha frecuencia encontrará en su vida. Vida y felicidad, felicidad y calidad de vida dependen de usted en cualquier etapa de ella que esté viviendo ahora. No se puede ser feliz afectando, dañando y envidiando a los demás por lo que no tenga. Lo que quiera, lo que desee, búsquelo con insistencia y tesón, seguramente lo obtendrá. Ser feliz es vivir en paz con Dios, con nuestros semejantes, con las demás especies vivientes del planeta y con nosotros mismos.
En aquello que nos hace daño no está la felicidad. La felicidad no es sabor, es sentimiento. Está en los pequeños detalles, las pequeñas cosas y en sus grandes obras. El dinero nos alegra pero nos aleja, nos distancia de los demás, no puede estar en él la felicidad. Sirve para vivir con facilidad, cuesta ganarlo pero atesorarlo con demasía nos hace desdichados. Se tiene mucho, se pierde y se sufre mucho también. Recuerde que la felicidad solo depende de usted. Mientras tenga vida, hay esperanza, no pierda la fe y cultive sus amistades, estamos para ser felices y no quedarnos ahí sentados a esperar. Siéntase, hágase feliz. No lo piense. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
