25 de Noviembre de 2024
 

El año nuevo

“Soy el año nuevo, vengo a ti puro e inmaculado, acabo de salir de las manos de Dios. Cada día es una perla de gran precio que te es concedida para que la ensartes en el hilo de plata de la vida. Una vez ensartada ya no puede desenhebrarse jamás, queda allí como un testimonio inmortal de tu fe y tu destreza. Debes fundir entonces cada minuto, como eslabón dorado, a la cadena eterna de las horas. En tus manos te han sido entregados riqueza y poder para hacer de tu vida lo que quieras. Te doy, libremente y sin reservas, doce meses gloriosos de lluvia refrescante como una caricia, y de luz de sol con fulgores de oro. Los días, para trabajar y recrearse en la belleza de las cosas, las noches, para que duermas con un sueño tranquilo. Todo lo que tengo te lo doy con un amor que no puede definirse. Todo lo que te pido es que no permitas que nadie profane tu fe ni oscurezca tu visión”.

            Ocupemos este bello pensamiento anónimo para motivarnos y prepararnos a iniciar un año más, un 2016 lleno de fe, esperanza, caridad armonía, concordia, paz y prosperidad, sin quebrantarnos tanto por la oscura y vertiginosa escalada de precios y abusos de un sistema nefasto y corrupto, sino luchando y sirviendo para seguir siempre adelante con mucho entusiasmo, alegría y confianza. Que no nos desamparen jamás las fuerzas para emprender rutas nuevas y más concretas, sin límites, pensando siempre también en los demás. Seamos más amables y condescendientes, tolerantes, con la gente que nos rodea, que nos apoya, que nos ayuda a trabajar y a conservar lo que con esfuerzos hemos logrado. Seamos y mantengámonos más activos, emprendedores, luchadores sociales, jamás individuales. Proclamemos y procuremos el bienestar social, nunca personal, colaboremos juntos a construir la equidad y la justicia, aunque el sistema actual procure lo contrario. Seamos creativos, productivos y no olvidemos jamás colaborar con aquellas empresas que se ocupen de repartir bienes y servicios en pos y en aras de la humana solidaridad con nuestros hermanos en desgracia o que requieran de nuestro apoyo y esfuerzo. No se quede usted con las ganas, actuemos. Seamos propositivos y hagamos las cosas con voluntad y convicción propia. Practiquemos la caridad y tengamos misericordia de las personas o grupos que más nos necesitan.

            Es cierto, los días en que más se sensibilizan los corazones van de salida, pero que esto no sea motivo para dejar de ser condescendientes con los demás en los siguientes días y siempre. Hagamos de esto una razón más de vida. Vivamos para servir. Seamos verdaderos hermanos, verdaderos amigos, verdadera familia. Que tenga un feliz año amigo lector, que todas sus metas, aspiraciones y anhelos se cumplan el año venidero y siempre, y sobre todo, no lo dude ni un instante. Hágalo. No lo piense como siempre le digo, hágalo, propóngaselo. Que tenga un feliz año. Que tenga un buen día.

 

Luis Humberto.



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