22 de Noviembre de 2024
 

Manuel Zepeda Ramos - El futuro del Cofre

Piedra Imán

Manuel Zepeda Ramos

El futuro del Cofre

Naturaleza. Y, por supuesto, aventura.

En estos días de grandes definiciones producto de la actividad intensa que el Presidente Peña Nieto le ha impreso a su gestión es prudente recordar, cuantas veces sea necesario, las políticas de acción que ha propuesto.

La propuesta turística es de gran trascendencia.

En los próximos años, más cercanos que lejanos, la acción turística nacional habrá de tener en el Turismo de Naturaleza y Aventura a un gran aliado que desplegará un gran espectro de acción que habrá de reflejarse en una gran derrama económica que beneficiará a un sector numeroso de la población mexicana.

 

Veracruz, Xalapa y los alrededores de la zona de influencia capitalina estarían profundamente ligados a ese proyecto que habrá de proyectarnos al mundo, si se sabe aglutinar sectores necesarios para que lo detonen de manera significativa.

El Cofre de Perote surge como la gran fortaleza de Veracruz en el terreno del turismo de naturaleza y aventura.

Esa belleza natural inconmensurable, que sirve de baliza a los viajeros de tierra y aire que recorren carreteras y rutas aéreas, fue hace tiempo una enorme reserva de la biósfera, producto de sus bosques de grandes dimensiones y sus aguajes que eran contenidos y encausados por esos bosques que servían también de retención de la tierra por ellos aglutinada.

Pero apareció el hombre sin medida, su deseo de hacerse de dinero de la noche a la mañana y comenzó la danza.

Los enormes, frondosos y necesarios bosques del Cofre de Perote y sus alrededores fueron cediendo a la voracidad humana y con ella su transformación paulatina en páramo, en un terreno de desierto que en poco tiempo habrá de producir lagartijas y culebras en gran proporción.

Pero el Turismo de Naturaleza y Aventura, junto a la gran necesidad del suministro suficiente y necesario a la capital del estado y a otras ciudades del agua necesaria para poder sobrevivir, más la urgente detención de la tierra fértil, el humus milagroso para la cosecha abundante y necesaria, junto a la tierra en general que hay que detenerla cuanto antes evitando su desplazamiento hacia las tierras bajas por las grandes escurrimientos acuíferos de la época de lluvias que se llevan todo porque ya no tienen el control del bosque que lo haga y la retenga, desestabilizando los cientos de taludes y cortes naturales de laderas y hondonadas, podrían hacer en un tiempo mediato el milagro que convierta al Cofre de Perote en un lugar reforestado, lleno de aguajes necesarios producto de esta nueva presencia de vida arbórea, recuperando los cientos de tonalidades verdes que genera la vida en esas alturas y produciendo el agua necesaria y suficiente para dotar a las poblaciones de influencia el líquido que tranquiliza conciencias y hace que el trabajo sea fecundo, lleno de resultados positivos.

¿Se imaginan ustedes un Cofre de Perote con rutas trazadas para el turismo de montaña, en bicicleta o tetramotoneta, caballos o caminata, que varios meses del año convoque a competencias internacionales de campo traviesa, triatlón y demás competencias que llaman al mundo a participar?

¿Se imaginan al C. de P. lleno de hoteles de muchas estrellas a diferentes cotas, esperando a los viajeros del mundo que vienen a ver el paso de las aves o los amaneceres o las lluvias de estrellas o al descanso total sin adjetivos para gozar de la gastronomía de la tierra que es reconocida ampliamente, viviendo en hoteles confortables a donde se pueda ir a pescar a una de las tantas nuevas represas logradas que controlan los escurrimientos acuíferos para su uso óptimo?

Estoy hablando de un gran proyecto federal, estatal y municipal, con la participación decidida e intensa del capital privado, proyecto que está desde hace mucho tiempo en la mente de los veracruzanos emprendedores, para que nazca en Veracruz un destino turístico de Naturaleza y Aventura de interés mundial y que lo convierta una vez más en el pulmón que fue para la nación, ese bosque de niebla que tanto extrañamos en las noches de calor como las que ya se empiezan a manifestar y para que el agua nunca más se acabe, porque es la vida que queremos para las generaciones futuras.

Este proyecto dejaría de ser un sueño, porque podemos hacerlo.

Nuestros hijos y la posteridad lo reclaman.

 

Se puede.



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