Simón Toledano
MEJOR CELEBRO LA VIDA
“Los mexicanos nos reímos de la muerte” reza el dicho popular. ¿Pero en verdad, con la terrible situación que vivimos, aun se puede uno reír de la muerte? ¿No será que la risa se está convirtiendo en mueca? ¿Que en lugar de reír ante la muerte dan ganas de vociferar, de gritar, de llorar, de escupirle a la cara? Hoy en nuestro municipio, Martínez de la Torre, y tristemente en todo el país, el crimen está creciendo. Apenas en esta semana, 2 asesinatos se registraron en esta ciudad y la gente exige justicia. ¿Será que esta cultura del culto a la muerte; y los narco corridos, y los videojuegos, y las series; han alimentado esa cultura de que matar y morir es cosa cotidiana? “No vale nada la vida, la vida no vale nada” dice José Alfredo Jiménez (y no seré yo quien discuta la estética musical de este gran compositor) pero es un hecho que una cultura donde “no vale nada la vida” las personas poco a poco, casi de manera inconsciente, reaccionen acorde a esta filosofía. Y esto es algo comprobado. Hace un par de años apenas, tuve una “Topada” (contrapunteo en verso) con una de las mejores repentistas de México y Latinoamérica la señora Ana Zarina Palafox y después de la “contienda poética” (ella asegurando que no afectaba en nada la tradición de celebrar a la muerte, y yo, de que si afectaba en el pensamiento colectivo de la ciudadanía) reconociendo al final que yo tenía razón, esta famosa repentista me envió un artículo del académico, columnista, politólogo y promotor mexicano de los derechos humanos y la democracia; Sergio Aguayo, donde este, explicaba que en efecto, la “tradición del culto a la muerte” contribuye para que la violencia y los asesinatos en México tengan un incremento. ¿Sera que estamos los mexicanos en un punto donde debemos replantearnos que tradiciones nos afectan como ciudadanía? ¿Sera que es tiempo de que en México celebremos más la vida que la muerte? Reflexionando en esto, van estas décimas con mi muy particular punto de vista al respecto:
Lo digo muy claro y fuerte
aunque se prenda la lumbre,
yo analizo mis costumbres
y no celebro la muerte.
Esto no es cosa de suerte
ni de simple tradición
se trata de reflexión
de analizar la cultura
de que la gente futura
tenga mayor comprensión.
Yo respeto tradiciones,
promuevo mi identidad
pero la cruel realidad
revela otras situaciones.
Entiendo se promocionen
las costumbres ancestrales
pero si estas causan males
¿No debemos meditar?
¿No vale reflexionar
ante tantos criminales?
Aguayo tiene razón
la violencia se incrementa
porque la gente fomenta
la muerte por tradición.
Así que en esta cuestión
yo promuevo una salida
que se tome la medida
de cambiar ya nuestra suerte
¡Yo no celebro la muerte
mejor celebro la vida!