Por Carolina Quevedo
En los últimos años, la situación de los grupos pandilleros de El Salvador ha incrementando, causando mayor violencia en el país e impulsando a cientos de salvadoreños a huir a Estados Unidos para salvaguardar su vida y tener un mejor futuro.
Existe un control delictivo por parte de las pandillas y el crimen organizado que influye totalmente en la vida social y económica de toda la ciudadanía salvadoreña. A pesar de que parece ser una situación normal, es un fenómeno que tiene gran complejidad y que ni el Estado ni las organizaciones internacionales han podido afrontarlo.
El Salvador es uno de los paises mas violentos de América Latina, hay un alza creciente en asesinatos todos los días. Esta inseguridad y delincuencia, según la policía nacional civil, se le atribuye al menos la mitad a la pandilla de los maras salvatrucha. La violencia que ejercen las pandillas está naturalizada e invisibilizada por el pueblo salvadoreño, ellos no son conscientes de que es un fenómeno que no debe de estar pasado o lo peor de todo, son indiferentes hacia el problema. Se ha normalizado la muerte en El Salvador, para ellos tener 10 muertes al día es algo normal, las muertes por violencia de pandillas son parte de las conversaciones del día a día de los salvadoreños. Donde todos los salvadoreños han vivido de cerca una historia de algún pandillero conocido o alguien asesinado por parte de las pandillas. Muchos ciudadanos no identifican los grados de violencia que traspasan su vida diaria y actividades cotidianas.
Con los años, las pandillas han encontrado diferentes métodos para adentrar a más personas a sus organizaciones y de esa forma crear redes inmensas de inseguridad y violencia. Adentran principalmente a jóvenes, ya sea de forma voluntaria o forzosa, los cuales no han tenido el apoyo y la protección por parte del Estado para poder negarse.
El ámbito educativo, al igual que el gobierno, ha sido un fracaso. En las reuniones que hay entre los directores de las escuelas no se habla de la problemática y menos actuan ante la situación, simplemente callan, pues ellos están en riesgo de muerte si los reportan. Lo más lamentable es que las escuelas también han sido el medio para reclutar a niños para unirse a la organización y a niñas para abusar sexualmente de ellas. Y como se espera, hay una impunidad ante los delincuentes.
Hablando de la mujer en los grupos pandilleros se puede decir que la mujer no tiene un valor en El Salvador, hay un tremendo odio hacia la mujer por parte de los pandilleros. Las denuncias presentadas ante el gobierno son solamente la punto de iceberg de todas las violaciones que hacen. Ademas, el pais es uno de los que han presentando mayor prohibicion a la salud reproductiva, puesto que criminalizacion el aborto con largas sentencias de carcel.
Con el tiempo, las violaciones y los asesinatos hacia las mujeres han sido cada vez más sádicos, pero esto no sale en los medios de comunicación. Se esconde la realidad de los salvadoreños y se vende otra idea del país, pues hasta los medios de comunicación tienen controlados las pandillas y el crimen organizado.
Las pandillas son de los principales causantes para que muchos salvadoreños huyen a Estados Unidos, a parte de la pobreza, pues las pandillas se han encargado de extorsionar y amenazar a cualquier que se meta en su camino. Muchos jóvenes se han visto en la forzosa necesidad de emigrar, abandonando a sus familiares y la oportunidad de estudiar para irse a trabajar a Estados Unidos, pues son el blanco que buscan las pandillas para reforzar su organización. Pero al mismo tiempo que los ciudadanos emigran a otros lugares, las pandillas también lo hacen. Hoy en día, Los Ángeles es una de las ciudades donde se centran mayores grupos pandilleros de los Maras Salvatruchas. Este argumento fue uno de los que utilizó el presidente Trump para fortalecer su política fronteriza y de comenzar a criminalizar a los migrantes. Desafortunadamente, gracias a esta migración masiva de grupos delictivos, los migrantes que solamente van para un futuro mejor también se han visto criminalizados y cada vez es más difícil para ellos encontrar un trabajo.
Las pandillas han causado un clima de terror en el país, pero no se debe de polarizar en todos los temas, también se debe de ver el otro lado de la moneda. Una de las razones de existencia de las pandillas es la profunda sensación de pertenencia e identidad que brindan al pueblo, principalmente a sus miembros, que son jóvenes de escasos recursos. Del mismo modo, han servido para dar un servicio a la comunidad de los barrios donde viven, puesto protegen de los grupos rivales y de la policia. Es por eso que hay parte de la sociedad salvadoreña que las apoya, aunque no estén en la organización, pues dan un sentimiento de seguridad ante el gobierno. Asimismo, crean una cultura, una cultura no es sinónimo de algo bueno, simplemente es un conjunto de costumbres y tradiciones que representan una parte de la población. Es por eso que las pandillas a parte de enseñar violencia también enseñan una forma de vivir, de identificarse y de manifestarse contra el Estado.
El alza en violencia, inseguridad, asesinato, violaciones y migraciones que han causado las pandillas no se justifica por el sentimiento de pertenencia que han causado o el tipo de cultura que han creado. Considero que este fenómeno ha sido causado por la inseguridad por parte de los gobiernos y estos grupos han tenido que poner frente para protegerse, pero violencia con violencia solamente crea mayor violencia. Las pandillas llegaron para quedarse y ahora tienen todo el poder dentro del país. El Salvador ya no es el Estado, El Salvador es de las pandillas.