El sesenta por ciento de nuestro cuerpo, el setenta por ciento de nuestro cerebro y el ochenta por ciento de nuestra sangre, están compuestos de agua. Podemos vivir casi un mes sin alimentos, pero no podemos sobrevivir una semana sin agua. Indudablemente, somos seres totalmente dependientes del agua limpia como lo somos del aire para vivir.
La misma agua que ha existido en la Tierra desde hace billones de años todavía existe hoy, cubre la mayoría del planeta, pero sólo el tres por ciento es agua fresca y la mayor parte de ella es hielo, menos del uno por ciento de toda el agua fresca está accesible para el consumo humano. Poniéndolo de otra manera, menos del 0.007% de toda el agua sobre la Tierra está disponible para tomar, una cuarta parte de toda el agua limpia que entra en nuestra casa es utilizada para operar sanitarios, una operación del sanitario utiliza tres galones; es decir, un poco más de once litros. Una carga sencilla de lavandería utiliza ciento cincuenta y un litros, una ducha de diez minutos usa ciento ochenta y nueve litros, cepillarse los dientes con la llave abierta gasta quince litros y con la llave cerrada casi un litro. Una crisis de agua está desarrollándose actualmente, nuestras fuentes globales de agua están bajo presión. En el siglo XX la población mundial se triplicó, el uso de agua creció seis veces y para mitad de este siglo habrán tres mil millones más de personas, la mayoría nacerá en países que actualmente experimentan carencias de agua; millones de personas en el mundo viven con menos de once litros cada día, el americano promedio utiliza cerca de seiscientos litros y medio. Veinticinco millones de refugiados fueron reubicados por ríos contaminados en 2008, eso es más de los que fueron forzados a dejar las zonas de guerra; una de cada tres personas carece de acceso a una sanidad adecuada, y una de cada cinco no tiene acceso a una agua segura para tomar. De acuerdo con la ONU., un niño muere de una enfermedad relacionada con el agua cada quince segundos, la escasez de agua emergente a nivel mundial es seria. Se ha dicho que vamos a quedarnos sin agua antes de hacerlo con el petróleo, debido a la sobreexplotación el agua del suelo de algunos países casi ha desaparecido; acuíferos agotados conducen a recortes en las cosechas de granos, que llevan a más recortes de comida y precios altos. China actualmente está teniendo un gran déficit de granos, como lo están padeciendo India, Pakistán y Egipto, nuestro problema de agua está convirtiéndose en un rápido problema de hambruna; vivimos en un mundo sediento, una industria sedienta, la agricultura está sedienta, nosotros estamos sedientos. ¿Cuál será la gota que derrame el vaso? Es tiempo de darle al agua una segunda consideración, usando menos, ahorrando más y cuidando siempre. Las estadísticas y gran parte de esta información corresponden a una presentación que me hizo reflexionar al respecto, hágalo usted también.
Aquí en provincia gastamos más que en la Ciudad de México porque creemos que la seguiremos teniendo por siempre, pero no hemos considerado ni siquiera por error que podemos llegar a sufrir escasez en un futuro ya a la vuelta de la esquina. Consideremos esta información cada vez que hagamos uso del agua. Piense en los demás y en usted mismo, en su familia y en las generaciones venideras, para que tengan un mundo mejor, para que disfruten de la vida igual que ahora, igual que la disfrutamos nosotros. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
