Piedra Imán
Manuel Zepeda Ramos
Papel Social
Juventud. México ha entrado, de lleno, a una etapa que requiere de resultados fundamentales para la transformación de paradigmas necesarios y suficientes que deberán de ponerse en práctica con las reformas estructurales emprendidas por Enrique Peña Nieto y aprobadas por el Congreso de la Unión. Estos paradigmas y su interpretación pavimentarán el camino mediato hacia la competitividad con los países emergentes del Planeta para beneficio de las futuras generaciones que habrán de consolidar el desarrollo de México.
La Juventud habrá de jugar un papel decisivo en estos menesteres.
En los próximos años, los jóvenes mexicanos calificados tendrán que trabajar con herramientas que les provee la Cultura en su concepción más amplia, que incluye a la Ciencia y a la Tecnología al lado de las Artes y las Letras. Habrán de ser apoyadas todas sus variantes, siempre, con el auxilio de los medios de comunicación de masas.
La Cultura así entendida habrá de ser el mensaje que llegará a las regiones más apartadas de nuestra Nación para que nuestra población que todavía no ha sido favorecida encuentre satisfactores para mejorar sus condiciones de vida e incorporarse a la visión de futuro.
Ahora, los periódicos europeos nos enseñan reportajes acerca de profesionales españoles de la tecnología de alimentos que se desplazan hasta la Patagonia para enseñar a los habitantes de aquella zona cercana al círculo polar antártico el aprovechamiento industrial de las algas marinas para mejorar sus condiciones de vida, generando riqueza y produciendo comida.
Antes los universitarios de mi época, cuando era joven y de manera multidisciplinaria, nos íbamos a la Sierra de Chiapas a trabajar con los desposeídos. Les enseñábamos a hacer terrazas de cultivo, captar tomas de agua para su dotación, mejorar la vivienda con pequeños arreglos necesarios; iban brigadas de medicina, odontología y química para hacer medicina preventiva y curativa, entre otras muchas tareas. Todos los que ahí estuvimos fuimos impregnados para siempre, envenenados, de ese espíritu solidario necesario que nuestro país requiere para salir adelante y que busca el beneficio de todos los mexicanos.
Esa vinculación de la juventud con su entorno, en este siglo XXI pleno, es asunto fundamental para el desarrollo que habrá de buscarse en la próximas dos décadas.
Me ha dado una gran alegría saber del nacimiento de una Fundación para el desarrollo que acaba de surgir en Veracruz, en la Cuenca del Papaloapan.
Me alegra porque no es una Fundación sin ambiciones. Papel Social se llama.
Es una fundación que nace para dar herramientas de vida a los habitantes de esa región tan importante para la producción veracruzana y nacional. Herramientas para que los niños tengan mejores alicientes para seguir estudiando; herramientas para que los jóvenes tengan mejores aspiraciones para ser alguien en la vida; herramientas para que las ciudadanas y los ciudadanos puedan tener posibilidades de construir a sus familias alrededor del cariño por la Patria.
La nueva fundación, que la encabeza un joven veracruzano inteligente y profesionalmente bien formado, con el conocimiento necesario y suficiente de lo que significa esta encomienda, Javier Herrera Borunda, habrá de emprender en los próximos años tareas fundamentales para el desarrollo y la formación.
Habrá de establecer contacto con los niños que estudian en la enseñanza básica para promover desde edad temprana el gusto por la lectura para desarrollar en ellos la necesidad de estar informado acerca de los tópicos de la vida y la cultura, así como la familiarización desde los primeros años de vida con los instrumentos de la informática, que ya es la manera de estar en contacto con el Mundo.
Trabajará con los jóvenes para mejorar la salud, combatiendo el flagelo de la obesidad con la práctica generalizada del deporte ordenado y metódico. Trabajará con ellos, con los jóvenes, con los jóvenes campesinos para incentivarlos en tareas de la producción agrícola.
La Fundación Papel Social habrá de promover el deseo de los jóvenes por prepararse profesionalmente para aportar a la Cuenca mano de obra calificada en todos los niveles para desarrollar la zona de manera eficiente.
El trabajo con ciudadanas y ciudadanos habrá de ser intenso porque es deseo primordial de la Fundación y su Director General que las familias de la región mejoren su nivel de vida.
Sin duda, como dice ya el creativo órgano de comunicación de la Fundación Papel Social que circula desde ayer, El Despertador de la Cuenca, La Fundación llegó para quedarse.
Estos esfuerzos que hace un joven emprendedor que piensa en su tierra, son esfuerzos que deberán de verse en todos los lugares del país en los próximos años, esfuerzos que requiere el México de hoy para caminar de la mano con sus habitantes.
Javier Herrera Borunda ha empezado ya por el camino correcto.
Fundación Papel Social.