George R.R. Martin , dijo una vez: “Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una.”
Comparto totalmente esta idea. Leer tiene muchos beneficios, sin duda, pero más allá de ellos, es esa sensación de vivir otras vidas lo que alimenta el alma del lector.
Cuando yo era niño llegaron a mis manos, gracias a mi padre, diversas revistas e historietas (una de ellas fue la de “Las Aventuras de Capulinita”) que despertaron en mí y mis hermanos, ese gusto (placer, para ser más exactos) por todo lo que encierra leer.
Desafortunadamente hoy es una de las actividades más olvidadas entre los niños. Pero la culpa no es de ellos, si no de muchos factores que intervienen para que hoy se lea tan poco.
Aquí algunos de ellos:
1.- La influencia de los padres.
El 95 % de los papás, a los que se les pregunta si le gustaría que sus hijos leyeran más, responden que sí. Lo lamentable es que otra estadística nos dice, que son los padres y madres de familia, los que menos leen. ¿Entonces, como se quiere que los niños lean si los padres no se lo inculcan con el ejemplo?
2.- La falta de promoción de las autoridades públicas.
Lo que pasa en materia de promoción de la lectura a nivel gubernamental, viene arrastrándose desde décadas atrás. La mayoría (con sus honrosas excepciones) de los gobiernos estatales y municipales en México han dejado este rubro en el olvido. Aunque hay muchas cosas que se puede hacer (Ya hablaremos más de ello en otro momento) para junto con la sociedad, promover la lectura.
3.- Las malas formas de promover la lectura en las escuelas.
Como gestor cultural y promotor de la lectura, me he encontrado (en todo el país) con problemas serios al momento de promover la lectura en los chicos. No porque no haya de parte de los maestros un genuino interés en fomentarla, sino porque muchas escuelas carecen de un verdadero plan de trabajo para “antojar” a los niños y jóvenes a leer.
Podría seguir enumerando aspectos por los que la lectura está estancada en nuestro país, estado y municipio, pero el propósito de esta nota es invitar a la reflexión con el optimismo de que las cosas pueden cambiar. Para ello les comparto esta décima:
-LEER-
Las cosas no están perdidas
y algo cambia en el presente,
si entendemos claramente:
Leer es vivir mil vidas.
Son sueños en estampidas,
son puentes para el abismo,
la fantasía del realismo,
alas para los confines;
ventanas a otros jardines
y puertas hacia uno mismo.
-Simón Toledano