Chelín Manterola y la maestra Yvonne Reyes en la exposición.
Exposición pictórica de Chelín Manterola
En el centro Betania tuvo lugar la exposición de la obra de Consuelo Manterola Centeno mejor conocida como Chelín Manterola, quien luego de casi cinco años de tomar clases de pintura y dar rienda suelta a su imaginación al lienzo presentó su arte durante tres días consecutivos, obteniendo grandes felicitaciones y el reconocimiento por su talento.
Le encanta pintar sobre flores, pero le atrae el arte contemporáneo, los colores fuertes, la intensidad que refleja una obra.
Todos son cuadros consentidos, pero un Ave de Paraíso tiene una anécdota porque fue un caso muy raro tener dos flores en una y tomó la foto para poder plasmar la obra, y le dio el tono exacto de la naturaleza.
La obra completa comprende cerca de 100 cuadros algunos están en Monterrey, Tijuana, Puebla y en Martínez de la Torre, toda la semana pinta y se adentra en sus emociones, inició jugando y como un hobbie, nunca fue tarde para aprender, pero al relajarse, divertirse y desestresarse decidió dedicarse a plasmar las realidades.
Admira a Van Gogh, Monet y un artista brasileño Damiao Martí, pero en general que tengan mucho color, fuerza y llamativo.
Yvonne Reyes Irisson, maestra de Chelín, expresó el sentimiento de orgullo y satisfacción, al ver la calidad y el talento con los cuadros, en la segunda exposición que realiza y con muchos encargos para seguir pintando, el alumno debe superar al maestro y lo reitera en esta ocasión, además por la gran amistad que existe con Chelín.
Una mujer martinense que presenta su obra Color y Alegría inspirada en momentos, viajes, sueños, instantes, revelaciones, personas, pensamientos y realidades de su vida.
Su técnica al óleo deja ver en cada pigmento de color y en cada forma esa conexión única que un artista plasma desde su corazón hasta el lienzo, dotada de ese maravilloso don nuestra artista independiente.
La familia de Chelín Manterola y amistades reunidas en tan importante acontecimiento.
Hermosos cuadros, la sensibilidad que se transmite.
Un pasatiempo que se convierte en todo un arte.
Pintar para volar, para soñar, para hacer realidad las ideas sobre el lienzo.