* Esa sería la única manera de reaccionar adecuadamente ante la caída de los precios, en lugar de seguir regalándolo, o bien, tirándolo
Facundo Bartolo Salazar
Los productores tendrán que dar valor agregado al limón, pues esa sería la única manera de reaccionar adecuadamente ante la caída de los precios, en lugar de seguir regalándolo, o bien, tirándolo, sin obtener beneficio alguno de la fruta, después de las fuertes inversiones que de todas maneras se ven obligados a hacer en las huertas para esperar un repunte que cada vez es más difícil que llegue para satisfacer plenamente las expectativas de ese sector, manifestó Gerardo Zapata García, integrante de la Unión de Comerciantes en Pequeño No Asalariados.
Mencionó que “el problema es que muchos queremos que las cosas sean más fáciles en nuestra actividad, pero en el caso de los limoneros ya están enfrentando crisis cada vez más frecuentes, pero lo bueno de eso es que hay abundante fruta, con la cual los productores deberían aprender a elaborar productos que no se echen a perder rápidamente y que la población podría consumir en su vida diaria”. Reconoció que lo anterior no sería nada fácil, porque requiere de conocimientos, técnicas, y además de implementos y equipos, los cuales, si no pueden conseguir los citricultores en lo individual, tendrían que organizarse con otros para armar proyectos productivos, incluso haciendo gestiones relacionadas ante las dependencias de gobierno.
Zapata González lamentó que desafortunadamente, los productores están perdiendo el tiempo en lamentaciones, cuando tienen en sus manos el limón, que es una materia prima que ya quisieran otras personas en otros estados del país o en otras regiones del mundo, donde seguramente harían un buen esfuerzo para sacarle algún beneficio económico, para comenzar, elaborando jugo, como ya lo están haciendo algunos empresarios, quizá con fruta considerada hasta de desecho.
Opinó que, ante el panorama actual, el cual se repetirá en incontables ocasiones en el futuro, es necesario que los limoneros hagan conciencia, y hagan un esfuerzo adicional para que su actividad no caiga por completo, sobre todo considerando que ese sector es el motor de la economía de Martínez de la Torre y sus alrededores. En ese sentido, considero conveniente revisar la historia de la caña y el Ingenio Independencia, que por una u otra razón dejaron caer, y ahora desaparecieron por completo, después de haber tenido gran importancia económica.