* Se prevé que su aplicación sea literal, y además se agregan nuevos delitos, de acuerdo a la realidad actual que vive la población
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- La prisión preventiva oficiosa evitara liberar delincuentes, con la reciente reforma, en la que se prevé que su aplicación sea literal, y además se agregan nuevos delitos, de acuerdo a la realidad actual que vive la población, y definitivamente la mencionada reforma no atenta contra los derechos humanos, o por lo menos en un porcentaje considerable, pero en cambio, permitirá que los delincuentes sean procesados conforme a la ley, sin ser liberados con cualquier alegato, expuso Rafael Tolentino Calderón, abogado litigante.
Destaco que "es positivo que, ante la presunción de delito, sea aplicable la prisión preventiva oficiosa, en la cual los probables imputados tendrán que demostrar con pruebas fehacientes que no tienen participación en los ilícitos de los cuales sean señalados, y en ese sentido es muy bueno que se incluyan delitos como delincuencia organizada, tráfico de fentanilo y abuso sexual de menores, los cuales constituyen actualmente fuertes flagelos para la sociedad". Comentó que antes de la reforma, había fuertes posibilidades de que cualquier delincuente fuese liberado, tan solo por una supuesta falta de pruebas, con la intervención de un buen abogado, pero sostuvo que en adelante será diferente, pues se dará prioridad a las pruebas para demostrar la inocencia de los presuntos infractores de la ley.
Tolentino Calderón menciono que, naturalmente, los profesionales del derecho podrán alegar, en caso necesario, la supuesta afectación de los derechos humanos de sus clientes, y considero que ellos están en libertad de hacerlo de esa manera. Sin embargo, insistió en que con la reforma al párrafo segundo del artículo 19 de la Construcción Política de los Estados Unidos Mexicanos, se pretende de manera prioritaria que sean liberados delincuentes, sin que posteriormente puedan ser procesados, aun cuando pruebas posteriores demuestren su culpabilidad, pues generalmente estarían fuera del alcance de la acción de la justicia.
No descarto la posibilidad de que personas dedicadas a actividades ilícitas sean de las más interesadas en manifestar su desacuerdo con la reciente reforma, y por esa razón este causando tanto revuelo ese cambio positivo, ante el cual la supuesta defensa de los derechos humanos termina siendo solamente un mero pretexto para dejar en libertad a verdaderos delincuentes, sin que haya posibilidades reales de hacer justicia, ni se logren inhibir o reducir las actividades delictivas.
