* Con la muerte de Cristo se reivindica la relación entre Dios y el hombre
Brenda Pérez Aguilar
Martínez de la Torre, Ver.- Para los representantes de las iglesias Evangélicas, el concepto “Cuaresma” está fuera de todo contexto, pues lo único que realizan, es la “Semana de la Pasión”, contenido que está expreso en la Biblia.
“800 años antes de Cristo, un profeta llamado Isaías describió de manera contundente todo el proceso de lo que iba a acontecer, ese profeta habla del nacimiento de Jesús, pero también describe paso a paso un sufrimiento real”, indicó el representante de las iglesias evangélicas en este municipio, David Estudillo Aburto.
Cuando llegan a conocer la Biblia y se dan cuenta, indicó para qué y por qué murió Cristo, por qué vino a la tierra, por qué nace y por qué desarrolló un ministerio de amor y de pasión hacia el mundo.
“Hablar de la Semana de la Pasión, es hablar de ese ser despreciado, que en carne propia sufre los cuarenta latigazos que le dan en su espalda y le ponen una corona de espinas que se incrusta en su sien, de esas bofetadas, escupitajos, jalones de cabello que le dieron, porque la gente no entendió a qué venía”, subrayó.
Él venía a desarrollar una obra, un plan diseñado entre la trinidad y ese tiempo llega, Jesús empieza a predicar el evangelio, que significa buenas noticias, pero llega el tiempo también diseñado también para la humanidad y en el que se tendría que restablecer la relación deteriorada entre el hombre y Dios, entre Dios y el hombre y es precisamente que Jesús viene a la tierra.
“Después de ejercer un ministerio de tres años, llega el momento en que él tiene que ser entregado en manos de pecadores. Nosotros pensamos y actuamos en el sentido de cuando leemos la Biblia encontramos un enfoque diferente de la vida, ya nosotros creemos que las prácticas exteriores son solamente algo que se convierte en un reglamento de vida para la humanidad”, citó.
La Semana Santa, es para los evangélicos, puntualizó una semana de recogimiento, muy especial, puesto que agradecen porque alguien sin merecerlo, canceló la deuda que tenían, porque la muerte de Cristo en la cruz del calvario fue la forma de revindicar la relación entre Dios y el hombre.