-En lugar de incurrir en actos que los pueden perjudicar
Por Facundo Bartolo Salazar
Es necesario que la policía cuide a los ciudadanos, en lugar de incurrir en actos que los pueden perjudicar, como el introducirse en propiedad privada, sin una orden o cualquier otra justificación para su proceder que puede convertirse en arbitrariedades e ilegalidad, señaló Isidro Pérez Aguirre, quien se dijo víctima de los guardianes del orden.
Manifestó que “no estoy de acuerdo con lo que hizo la policía con un grupo de jóvenes en el que se encontraba uno de mis hijos y mis nietos, quienes estaban conviviendo el pasado sábado, entre 10:30 y 11:00 de la noche, algunos tomando, otros no, pero al interior de una propiedad sobre el bulevar Rafael Martínez de la Torre, frente a conocida tienda de azulejos”. Opinó que los guardianes del orden no tenían por qué introducirse a la mencionada propiedad, sin contar con una orden o algo más para justificar su proceder, pues por principio de cuentas no eran policías ministeriales. Añadió que a pesar de que en esos momentos imperaba la Ley Seca, con motivo de la jornada electoral del domingo, esos elementos no tenían por qué detener a los 20 jóvenes que estaban reunidos en el lugar, pues no estaban en la vía pública, sino en una propiedad privada, insistió.
Pérez Aguirre insistió en que los representantes de la ley no estaban facultados para abrir por la fuerza la cortina de la propiedad donde estaban los jóvenes divirtiéndose, insistiendo además que no todos estaban tomados. Es por ello que hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que sancionen a esos malos elementos que deberían utilizar los recursos de los que disponen, el personal y las patrullas que usaron con jóvenes quienes simplemente estaban conviviendo, no en la vía pública, ni en ningún establecimiento donde pudiesen comprar bebidas ilegalmente, por ser Ley Seca.
Dijo que es necesario ubicar a esos elementos para que en lugar de llevar a cabo atropellos, se dediquen a perseguir a verdaderos delincuentes, quienes muchas veces actúan a sus anchas, porque los escasos elementos que hay se dedican a otras cosas, menos a su trabajo.
