-El coyotaje y la falta de reglas claras en la comercialización de ese producto trae como consecuencia pérdidas para los productores
Por Facundo B. Salazar
En Martínez de la Torre el limón se desecha, mientras hace falta en otras ciudades o estados donde por cuestiones del clima o del suelo no es posible cultivar esa fruta, siendo ese un claro ejemplo de que el coyotaje y la falta de reglas claras en la comercialización de ese producto trae como consecuencia pérdidas para los productores, y al mismo tiempo, escasez de esa fruta tan apreciada en muchos hogares del país, expresó Carlos Galindo Levet, en su carácter de productor.
Indicó que "nosotros seguimos siendo afectados por el desplome de los precios del limón de Martínez y la región, y una de las formas para lograr es por parte de los empacadores, traer producto de estados del sureste del país, a pesar de que es de muy mala calidad, pero llegan diariamente decenas de tráilers cargados, sin que nadie haga nada al respecto". Insistió en que esa problemática resulta muy difícil de atacar, porque los empacadores y demás empresarios agroindustriales están bien organizados, mientras que los productores siguen sin contar con liderazgos que valgan la pena y que realmente trabajen para sus agremiados, en lugar de llenarse los bolsillos de dinero tomando como pretexto a figuras como la asociación de citricultores.
Galindo Levet contempló la posibilidad de que los nuevos gobiernos, ya con otras siglas partidistas, comiencen a revisar la comercialización de los productos del campo y analicen la posibilidad de implementar lo que eran en su momento los precios de garantía, o por lo menos la certificación de origen del limón persa de Martínez de la Torre, de tal manera que no se vea afectada la producción local por fruta que está muy lejos de alcanzar las características propias de estas tierras, lo cual forma parte de esa calidad reconocida mundialmente. Desafortunadamente, esa calidad se ve afectada por limón de otros estados, cuya finalidad es claramente reventar el mercado local de la fruta.
Confió en que gradualmente se abrirán más posibilidades de que los citricultores se organicen para defender sus intereses y con ello logren recapitalizarse, pues actualmente sobreviven en condiciones tan precarias que pasan penurias incluso para atender debidamente sus huertas, las cuales requieren tecnificación, insumos e incluso sistemas de riego para mejorar la producción. Destacó que de momento no hay otra opción, más que soportar las deprimentes imágenes de montones de limón tirado en caminos o en los alrededores de los centros de comercialización. Lo anterior, mientras que los productores deberían tener más oportunidades de vender su fruta, aún a bajos precios, pero directamente a los consumidores que pudieran aprovechar adecuadamente el producto.