Por Facundo Bartolo Salazar
Los citricultores ya no quieren más engaños en cuestiones importantes que tienen que ver quizá con la sobrevivencia de esa actividad en la región, como sería la fumigación contra el vector del HLB, la amenaza que puede acabar con las huertas, tal como ha sucedido en otros puntos de México y otros países, aseveró Rosalino González Leal, productor del ejido Manuel Ávila Camacho.
Opinó que “el gobierno no nos quiere ayudar realmente, pues recordemos que al principio se proponía llevar a cabo la fumigación aérea para tener mejores resultados, pero desgraciadamente resultaba muy caro y muy dudoso, y es por eso que los citricultores se quedaron solo con dudas”. Añadió que lamentablemente es muy difícil que los citricultores se pongan de acuerdo para pelear sus derechos, lo cual se refleja en una asociación de citricultores que ya no funciona y tal parece que perdió totalmente su credibilidad y capacidad de convocatoria.
González Leal confió en que pese a todas las dificultades y la incertidumbre se logren bajar todos los apoyos posibles de las dependencias del ramo, de tal manera que no se baje la guardia en el combate contra la diaphorina citri, pues los árboles podrían estar en riesgo de ser infectados por el HLB, sin que lo sepan los productores. Manifestó que no debe haber simulaciones en algo tan importante, pues de esa manera se pierde tiempo valioso en la prevención de un fuerte ataque de esa enfermedad en la región.
Dijo que debería haber liderazgos fuertes en la citricultura y en todo lo relacionado a las cuestiones campesinas, no obstante, señaló que todo ello está quedando en el pasado, de modo que los productores se encuentran actualmente dispersos, presas fáciles de cualquier problemática.