-De origen humilde, Clementina ha atravesado fronteras, dio clases en Estados Unidos y actualmente es una brillante maestra de inglés en China
Por Aline García Díaz
Originaria del Ejido Trapiches, una joven misanteca ha cruzado las fronteras en busca de sueños, que a base de esfuerzos, dedicación y disciplina ha logrado alcanzar, por lo que se encuentra en el continente Asiático impartiendo clases a niños de entre 3 a 10 años de edad.
Clementina Gutiérrez Olmos cuenta con 28 años, estudió lenguas extranjeras en la Universidad Veracruzana, al término de su carrera emigró al vecino país del Norte, en donde perfeccionó más la lengua inglesa y el año pasado se fue a China a impartir clases de inglés.
Clementina Gutiérrez proviene de familia muy humilde de la Sierra de Misantla, sus padres campesinos, quienes a base de mucho esfuerzo pagaron la carrera de su hija en la Universidad Veracruzana.
Al término de su carrera, trabajó como maestra de inglés en el Instituto Educativo Xalapeño de tiempo completo, pero en las tardes buscaba horas extras en las escuelas privadas y también en la UPAV.
A través de internet me informo que había un programa llamado Oper en Estados Unidos, concretamente en New York, donde trabajan como niñeras, cuidando y enseñando español a niños, pero al mismo tiempo, las familias con las que trabajaba pagan además del salario, pagan estudios en alguna escuela, en donde logré perfeccionar el inglés.
Posteriormente, emigró a China, en la ciudad llamada Chongqing, llegando a la escuela de nombre, Golden Dreams. Ahí estuvo 9 meses y luego buscó otro trabajo de medio tiempo, en la escuela Codiy’s Private English School, pero al ver resultados positivos fue contratada de tiempo completo para dar clases a niños de entre 3 a 10 años de edad.
“Hoy vine a México para arreglar mi visa de trabajo y me la den en embajada China. Tengo 28 años de edad, trabajo en lo que me gusta, enseñando inglés en China y he viajado por muchas partes, pero sigo queriendo mi tierra, el Ejido Trapiches, donde de chamaca trabajé en el campo. Conozco el sufrimiento y también el éxito, eso me anima a seguir siempre adelante”, concluyó.