* Definitivamente los clientes se encuentran indefensos ante aparatos defectuosos que se niegan a cambiar en esos establecimientos
Facundo Bartolo Salazar
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) debería intervenir las tiendas departamentales que tienen presencia en esta ciudad de Martínez de la Torre, pues definitivamente los clientes de esos establecimientos se encuentran indefensos, simplemente porque no pueden hacer ninguna reclamación en caso de defectos en aparatos electrodomésticos y de otro tipo, pues resulta que nadie me nadie les da respuesta satisfactoria a sus reclamos, viéndose obligados los quejosos a quedarse con productos que no funcionan, habiendo pagado cantidades razonables por ellos, señaló Gerardo Geffroy Gómez, consumidor inconforme.
Comentó que "no es posible que nos vendan aparatos que no sirven, y no importa que no sean de grandes marcas, porque en mi caso, compré una licuadora en Elektra, y al usarla, por más que probé con todas las velocidades, no me muele lo que debería moler un aparato de esos, a pesar de que vale solamente cien pesos menos que una licuadora de marca". Menciono que, al hacer su reclamación en la mencionada tienda, le hicieron saber que enviarían la licuadora defectuosa a un centro de reparación, donde después de una espera de varios días le dieron respuesta, diciéndole que dicho aparato estaba en buen estado, según ellos, sin ningún problema, cuando es claro que definitivamente no sirve para lo que fue adquirido.
Geffroy Gómez manifestó que al insistir con los vendedores para que le cambiaran su licuadora por otra que, si funcionara, estos le dijeron que por la cantidad que había pagado, no podía pedir más calidad en ese aparato, por lo que le dieron la opción de adquirir otro de mejor marca, para no tener ese tipo de problemas. Sin embargo, el quejoso reiteró que no es posible que le salgan con ese "cuento", pues una licuadora debe servir para lo que es, y si no, pues no tendría caso adquirirla, pues en todo caso sería preferible usar un molcajete para preparar algún alimento, pero sin gastar más dinero.
Comentó que, para evitar más problemas, tendrá que revisar si su problema con la licuadora defectuosa se soluciona cambiándome las aspas, pues quizá son de muy baja calidad, y por eso no muele dicho aparato. Desafortunadamente, insistió en que la tienda Elektra debió hacerse responsable de dar una solución a su satisfacción como cliente, pues pago por un aparato que, si funcionara, y es por esa razón que considero necesaria la intervención de la Profeco, para que los clientes de ese tipo de establecimientos tengan la opción de defender sus derechos, de tal manera que, si un aparato les sale defectuoso, se lo cambien, o le realicen los ajustes correspondientes.