26 de Noviembre de 2024
 

Profepa se niega a realizar su trabajo

-No investiga ni sanciona la quema y tala ilegal de manglares, pese a denuncias

Por Álvaro Guerrero

Pretende la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) evadir su responsabilidad en investigar por la quema de manglares en la zona de Tres Bocas, porque esa dependencia quiere toda la información recabada de lo ocurrido, así como de quién o quiénes realizaron esas acciones para que pueda proceder en ese tema, señaló Abraham Bautista Galindo, director de Ecología y Medio Ambiente.

Manifestó que, “quieren evadir su responsabilidad, pidiendo nombre y apellido, en que nosotros señalemos a los culpables, cuando nosotros sabemos las situaciones en cómo se encuentran aquí de inseguridad, a ellos les corresponde investigar, únicamente nosotros tenemos que enviarle respectivamente la denuncia”.

Y es que los requisitos que pide la Profepa es la ubicación de la afectación del manglar, fotos georreferenciales y el señalamiento directo de quién o quiénes causaron las quema en ese ecosistema natural, por lo que considera que el último punto le corresponde a la propia dependencia en investigar quiénes efectuaron la quema de los manglares.

Apuntó que la dependencia muchas veces no cuenta con personal y financiamiento suficiente para atender todas las denuncias de manera pronta, pues recordó que anteriormente presentaban querellas ante esa instancia y desde ahí se ha enterado de la situación que padece la Profepa, porque solo tiene dos personas para realizar las tareas de campo.

Dijo que existe una preocupación por parte del municipio por este hecho, porque se han ido acabando poco a poco extensiones de manglares sobre la parte del municipio de San Rafael, sin embargo, comentó que en el recorrido que efectuó se percató que el lado de Tecolutla tiene mayor desaparición.

Lamentablemente es una zona supuestamente protegida, pues en el lugar cuenta con diversos anuncios sobre eso, pero la realidad es otra, ya que es la destrucción de los manglares se deriva a que la población utiliza esos árboles para darle uso personal, y por ello se han ido acabando poco a poco.


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