3 de Febrero de 2025
 

Bendicen a los niños dios en Tlapacoyan

 

 

Juan Carlos Jiménez B.

Tlapacoyan, Ver. - Este 2 de febrero, desde muy temprano, decenas de tlapacoyenses se dieron cita en las parroquias y capillas donde llevaron a sus Niños Dios a misa para recibir la bendición, durante la celebración por el Día de la Candelaria, que conmemora la presentación del niño Jesús en el templo.

En sillas o solo en brazos, los católicos creyentes acudieron a misa este 2 de febrero con la finalidad de que sus figuras del Niño Dios reciban la bendición del padre.

Algunos de los Niños Dios que llevaban en la parroquia de la asunción de María santísima, iban vestidos con ropones blancos o ropa de bebé, que son algunos de los trajes más comunes durante este 2025.

En este sentido, el párroco Antonio Galván China señaló que vestir al Niño Dios no es solo una costumbre, sino un acto de devoción.

"A través de su vestimenta, expresamos nuestro reconocimiento a su divinidad y le honramos con respeto y amor. Por ello, es importante elegir atuendos adecuados, evitando disfraces o elementos que desvirtúen su verdadera identidad: el Salvador del mundo".

Es por ello que recomendó no vestirlos como un personaje público, superhéroe, deportista o celebridades, tampoco con trajes típicos o regionales que no estén relacionados con su divinidad y no disfrazarlo de ángel o arcángel, ya que su imagen representa a Dios, no a criaturas celestiales.

Además, pidió evitar ponerle accesorios o vestimenta que hagan referencia a supersticiones o creencias ajenas al cristianismo, como monedas en la cabeza, o borreguitos para atraer dinero, y por último pidieron evitar vestirlo de santos, ya que eso disminuye su dignidad divina.

Galván China reiteró que los consejos para vestir con devoción al Niño Dios son: utilizar trajes o vestiduras que representen alguna advocación de Jesús como; el Divino Niño Jesús, Cristo Rey, el Sagrado Corazón de Jesús y el Santo Niño de Atocha. También es correcto optar por atuendo blanco o sencillo ya que simboliza la pureza de su infancia y su divinidad.

"No es necesario cambiarle el traje cada año, lo importante es la intención y el respeto", y antes de vestirlo, hacerlo en un ambiente de oración y reflexión, pidiendo a Dios que tu gesto sea una expresión de fe y amor.


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