Juan Carlos Jiménez
En su homilía sabatina, el párroco Octaviano Reyes Uribe llamó a la feligresía a tener respeto hacia la naturaleza, a los ríos y al lugar donde vivimos debido a que la mano del hombre está acabando con lo poco que queda de naturaleza y agua.
Esto debido a que Tlapacoyan cuenta con grandes riquezas naturales, mantos acuíferos, así como diversas especies animales que desgraciadamente la mano del hombre está acabando poco a poco.
Principalmente con el agua, toda vez que arroyos y ríos que circulan por este municipio están acabando con ellos, claro ejemplo es el conocido Río Sordo, del cual el párroco señaló que “si era sordo, ahora es hasta mudo por tanta contaminación”.
Al igual que el arroyo conocido como Itzapa, el cual ha sido gravemente contaminado por la mano del hombre y cada vez es mucho más contaminado, debido a que el crecimiento de la población es irreversible.
Pero la contaminación si es reversible, por lo que se debe de tener una mayor conciencia de limpieza y no seguir arrojando basura ni aguas negras a estos mantos acuíferos para evitar que desaparezcan.
