Juan Carlos Jiménez
A pesar de recibir cursos para obtener las licencias que les permiten conducir vehículos dedicados al transporte público, taxistas que laboran en el sitio San Isidro perteneciente a la localidad del mismo nombre son quienes hacen caso omiso a lo que aprenden en dichos cursos.
Situación por la cual un vecino de la zona centro de esta ciudad se quejó, señalando que un conductor de este sitio hizo gala de su prepotencia e intimidación solo por tripular un taxi.
El cual no mostró su mínima cortesía al ceder el paso a pesar de ver que transportaba menores de edad, aunado a ello apagó su unidad y a gritos señaló que pasara el conductor del particular como pudiera, debido a que no se movería porque él tenía que pasar primero.
Aunado a referir que a ellos como taxistas nadie les puede hacer nada debido a que en el momento que quieran pueden pedir ayuda a sus “jefes”, para que se los lleven a dar una vuelta porque con ellos como ruleteros nadie les puede hacer nada, ni las autoridades de Tránsito o Transporte Público.
Y en caso de detenerlos solo hacen el circo de llevarlos a las delegaciones u oficinas y por una módica cantidad los dejan ir, así atropellen o maten a una persona con su unidad.
Por lo que es necesario que las autoridades viales y de transporte público ponga un alto a la impunidad en la que trabajan los ruleteros, además de aplicar sanciones ejemplares y que las autoridades competentes investiguen a estos taxistas que dicen tener “jefes” y que nadie les hace nada, debido a que pasan por alto que haya menores de edad o mujeres.
