24 de Noviembre de 2024
 

Panoramas de Reflexión / La nueva era de la fotografía

 

Desde el daguerrotipo, que fue el primer procedimiento fotográfico anunciado y difundido en 1839 por Louis Daguerre en la Academia de Ciencias de Francia; y posteriormente, con el paso de los años los aspirantes a fotógrafos tenían que dominar perfectamente la mecánica de su cámara, antes de soñar con crear una imagen interesante. Velocidad de obturación, apertura del diafragma, velocidad de la película y valores ISO, que determinan la sensibilidad o cantidad de luz que necesita una cámara para hacer una fotografía, también han quedado atrás frente a la nueva era digital que nos invade.

 

Actualmente, con la explosión de aplicaciones para cámaras en nuestros teléfonos celulares, todos somos fotógrafos y muy buenos, debido a que la calidad de estas imágenes compite con la de las cámaras reflex digitales. La nueva facilidad para fotografiar ha desatado un apetito insaciable para capturar lo mágico y lo mundano. Todo lo que se pueda. Y en lugar de coleccionar fotografías en álbumes, las compartimos y comentamos con amigos y extraños alrededor del mundo. Con tantos fotógrafos en la web, ninguna imagen es especial por mucho tiempo, y no porque sean menos buenas, sino porque hay muchísimas. Cuando joven tuve una cámara profesional, creo que era marca Yashica, mi anhelo era tener una Canon que nunca tuve, ni hablar; de jóvenes siempre nos invade la pasión por las marcas, por lo que ellos, junto con los niños, son siempre el mercado meta de grandes corporaciones que saturan, valiéndose de la mercadotecnia y a través de la publicidad, las mentes frágiles de consumidores débiles, ¡aguas señores padres de familia! La fotografía siempre ha sido más subjetiva de lo que suponemos. Cada foto es el resultado de una serie de decisiones que se toman en el momento. En dónde colocarse, qué dejar dentro o fuera del encuadre. Hay algo poderoso y emocionante en el experimento al que la era digital nos ha empujado y que abarca toda la sociedad. Anteriormente en la antigüedad, sólo los nobles o las clases pudientes podían pagar a un artista para que los inmortalizara en algún lienzo o cuadro al óleo. Ahora, estas nuevas herramientas digitales hacen más fácil a todos contar nuestras historias. La democratización de la fotografía podría incluso ser buena para la democracia misma. Cientos de millones de potenciales ciudadanos periodistas vuelven más pequeño el mundo y ayudan a que los líderes rindan cuentas.

 

Quizá seamos testigos del desarrollo de un lenguaje visual universal que cambiará la forma en que nos relacionamos, como lo afirma categóricamente James Estrin, coeditor de “Lens”, un blog de fotografía del New York Times. No está claro si este florecimiento en la producción de imágenes llevará a que seamos un público visualmente más culto, o simplemente nos hará insensibles a los efectos profundos que una imagen bien lograda puede tener. Esperemos que los millones de fotografías nuevas que se hacen hoy, y circulan electrónicamente alrededor del mundo, nos ayuden a ver realmente lo que todos tenemos en común, en vez de separarnos. ¿No lo cree usted así, amigo lector? Piénselo un poco. Que disfrute de un Feliz Año Nuevo. Que tenga un buen día.

 

Luis Humberto.



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