Todo ese conjunto de conocimientos y saberes, creencias, pautas de conducta, ideas, tradiciones y costumbres, generalmente no especializadas, que caracterizan a un grupo social o pueblo a través de diferentes épocas, e incluso en este mismo instante; adquiridos todos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales mediante la lectura, el estudio o el trabajo, es lo que llamamos cultura, la cultura que nos da nuestra propia identidad. El conjunto de rasgos y características que nos definen, en términos generales, la concepción y expresión que tenemos cada individuo acerca de nuestra individualidad y que invariablemente proyectamos a los demás.
La cultura de un pueblo crece y se expande con el paso del tiempo, a través de diversas manifestaciones y tradiciones que conjugan el misticismo de la cosmogonía de nuestros ancestros, con los rituales y costumbres que perviven hasta ahora en diversas festividades y actos sociales. Cultura es un término polisémico; es decir, tiene muchos significados. En el uso cotidiano, la palabra se emplea para dos conceptos diferentes: el primero, para referirse a la excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura; y el segundo, como les mencioné al principio, los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluidos los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo. Una pauta de conducta es una guía de comportamientos que nos indica cómo debemos comportarnos y actuar ante determinadas circunstancias. En la vida social, la observación y la repetición de las mismas, es lo que nos permite a las personas adquirir este tipo de pautas e internalizarlas para que cuando se produzca tal o cual situación, no resultar desprevenidos y saber cómo actuar de acuerdo a lo que la sociedad espera de nosotros. Tiene mucho que ver con la idiosincrasia de cada individuo, grupo o colectivo humano, al referirse al conjunto de ideas, comportamientos y actitudes particulares que los distinguen de los demás. La cultura de un lugar está ligada a su idiosincrasia y es lo que le permite expresar manifestaciones únicas, particulares. Hablar de cultura puede resultar extenso, pero en Martínez de la torre, a partir de este año, las cosas van a cambiar y mucho.
El Licenciado Leopoldo García Guerrero, el Amigo Polo de todos, nuestro querido Amigo, asumió la Dirección de Cultura del H. Ayuntamiento Constitucional que preside nuestro estimado Amigo el Contador Rodrigo Calderón Salas; al mismo tiempo, a partir del día primero de enero, en la primera sesión de cabildo, se acordó el nombramiento de Cronista Municipal de Martínez de la Torre a nuestro querido Amigo Melquiades Castro Aguilar. Como ven estimados amigos, con gente de esta enorme calidad humana, nuestro municipio se verá más que favorecido y enriquecido en el ámbito cultural, y en muchos otros aspectos más, que proyectará a Martínez de la Torre y la región hacía alturas insospechadas. Enhorabuena por nuestro pueblo, por nuestra identidad cultural. ¿No lo cree usted así amigo lector? Que te tenga un buen día. Feliz Año Nuevo.
Luis Humberto.