Hace unos días platicaba con una amiga que es soprano; comentábamos (en realidad me instruía) sobre la ópera y específicamente sobre las letras de los temas de ese género. Y caía en la cuenta que muchas de las letras contaban historias increíbles, pero que como generalmente no se cantan en español, un público poco instruido (como yo en ese género) no alcanza a disfrutarlas. Sin embargo en la música popular la letra es más evidente y juega un papel muy importante. (Quizá aquí deba aclarar que llevo algunos años dando clases sobre lírica y estructuras poéticas para la composición musical, y he tenido como alumnos a cantantes de música de trío, gruperos, salseros, rockeros, jazzistas, raperos y claro; músicos tradicionales de son jarocho y huasteco.) Por eso sé -y no solo yo, sino un gran número de especialistas- que la letra influye en la percepción, ánimo y pensamiento de quién la escucha en una canción. Digo todo esto porque es sabido que hoy la música de banda y reguetón, si bien tienen un ritmo contagioso y bailable, las letras de estás canciones están repletas de misoginia, descripción sexual explícita y violencia en muchos sentidos. Las preguntas son: ¿En este momento en que la violencia en nuestro país (como desde hace décadas, es cierto) está en un punto alarmante; valdrá la pena seguir promoviendo, e invitando a eventos públicos masivos a estos cantantes de letras tan violentas? ¿Ese tipo de influencia musical es la mejor opción? ¿No habrá acaso algún otro género musical con letras no tan destructivas?
Dejaré ahí las preguntas y vámonos al verso:
-Al pie de la letra-
Ya se sabe y se adivina
que en las liricas cuestiones,
en bailables reguetones,
hay letras pa' la letrina.
Y aunque arme la tremolina
dejo que el verso se expanda,
pues la inteligencia manda
y apela hagamos conciencia:
si no queremos violencia
no oigamos música banda.
Pero más claro he de ser:
no oigamos narcocorridos
que llenan nuestros oídos
con letras que hacen temer.
Ni degrade a la mujer
oyendo letras violentas,
pues vamos haciendo cuentas,
y verán que como estamos
es mejor si no escuchamos
lo que el abuso fomenta.
"La gente pide eso más"
dirá alguno por ahí,
pero la cosa está así
porque solo eso le das.
Dale otra cosa y verás
que el público se cultiva,
con música que no exhiba
ni exalte más la violencia,
hay que usar la inteligencia,
y no letras ofensivas.
-Simón Toledano.