Es indudable que la salida de José Manuel Del Río Virgen del penal de Pacho Viejo ha creado una enorme grieta en la credibilidad de la Fiscalía General del Estado a cargo de Verónica Hernández Giadáns… y no precisamente porque le hayan ganado la batalla legal, cosa que puede suceder en cualquier investigación, sino por las razones que se perdió.
La falta de pruebas para mantener a José Manuel Del Río Virgen en prisión generan la natural suspicacia y profundizan la duda que han sembrado Del Río Virgen y Ricardo Monreal, de que en Veracruz pueden existir muchos presos sin las pruebas suficientes.
Pocos pueden creer que el tema no fue tocado en la reunión de Cuitláhuac García Jiménez con Andrés Manuel López Obrador este martes, y no se necesita meterle mucha imaginación para comprender que, cuando menos, caras felices no había.
Forzosamente se habrán de ver ajustes, ya sea en la Fiscalía o en otras áreas del Estado que se encarguen de la gobernanza… pero habrán de darse ajustes.
Nos comentan nuestras fuentes que estos movimientos no serán inmediatos, pues tampoco se ha caracterizado este gobierno por responder a los problemas coyunturales. Dejarán pasar un tiempo prudente en el cual hay dos opciones: o se aplica la Fiscal para dar resultados contundentes que puedan levantar la capa que hoy está caída; o habrá un descabezadero político en la Fiscalía que podría alcanzar, sin problema alguno, a la misma Fiscal.
Incluso, la misma salida de la Fiscal no sería suficiente para apaciguar los ánimos, pues desde el centro del país, fuentes del Senado nos confirman que Ricardo Monreal estaría buscando replicar la iniciativa que creó el Magistrado Arturo Zaldívar quien ha iniciado una cruzada en penales federales para liberar a encarceladas que permanecen en prisión por minucias legales y a apuntalar los sistemas de defensores de oficio.
Esa será sin duda la herramienta legal-política que utilizarán Ricardo Monreal, Dante Delgado y José Manuel Del Río Virgen, pues se convertirán en los adalides de la justicia e irán con todo contra el sistema de procuración de justicia veracruzano que ya exhibió sus carencias.
José Manuel Del Río Virgen ha declarado ya “voy a seguir haciendo política en Veracruz”… “No he pensado en política, no he pensado en encabezar nada y no porque le tenga miedo a Cuitláhuac porque fue al contrario (...) pero de que voy a hacer política en Veracruz voy a seguir haciendo cosas por Veracruz y a denunciar los malos gobiernos, lo voy a seguir haciendo, aunque me vaya la vida”, declaró a El Economista. Sin embargo, en política casi siempre cuando se dice que no, es sí… y no es difícil leer entre las líneas que la idea de Del Río Virgen es encabezar la lucha política en Veracruz rumbo al 2024.
No sería factible para este gobierno mantener a quienes hoy perdieron en la primera línea de batalla contra una andanada jurídico, político, mediática, que podría arrebatarle decenas de miles de votos en el 2024. Muchas veces, el costo político es tan alto, que bien vale una renuncia.
Los días de Verónica Hernández Giadáns, o de alguien más que encabece los esfuerzos de la gobernanza en Veracruz, están contados.
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