Los tiran a la basura en bolsas de plástico o en cajas de zapatos. Los amarran de por vida en solares sin agua y comida. Los violentan de todas las maneras posibles y ellos siguen dándonos lecciones de amor todos los días. Los perros definitivamente son para el humano ese amigo inimaginable que da la vida por todo ser humano que representa para ellos la supervivencia, la vida. Sabemos de muchísimos casos donde la fidelidad y la buena voluntad de estos animales nos demuestran que el amor está sobre todas las cosas. Hace algunos días supimos de la muerte de Proteo. Pastor alemán que viajó con la comitiva mexicana para el rescate de sobrevivientes a los sismos que tuvieron lugar en Turquía y Siria. Era parte de los 16 binomios que llegaron con toda la voluntad de salvar. Rescató dos vidas. Comandados por elementos de la marina, estuvo en jornadas de más de 50 horas buscando y rescatando personas bajo los escombros de esta terrible desgracia natural.
En el comunicado oficial no nos dieron grandes detalles de qué le causó con exactitud la muerte.
Se especula que el can trabajaba en una zona donde se produjo un derrumbe y resultó gravemente herido, por lo que no soportó los daños infringidos y perdió la vida, pese a ser atendido y conectado al equipo médico. Nació un 16 de junio y desde sus primeros meses de vida se dedicó a entrenarse para llevar a cabo todas las misiones encomendadas, entre ellas, rescatar vidas. Proteo no era un ejemplar de raza pura, de esos que muchos buscan para adornar sus casas y sus vidas. Proteo era el clásico perro de esos que llaman mestizos, de esos que botan por no considerarlos “finos”. Pero para él, todos a su alrededor eran valiosos y lo demostró hasta el último instante. La pregunta que salta es ¿hasta cuando? Qué nos hace falta para entender que les debemos respeto y buena voluntad. Necesitamos con urgencia humanizarnos, general real empatía, no solo traer la palabra en la boca porque está de moda. La empatía no es un adjetivo es un verbo que debemos desarrollar, basados en los buenos sentimientos y en el respeto y valor al prójimo, sin necesidad de que este sea de la misma especie.
Proteo fue más que un perro, fue un líder, un compañero de trabajo, un buen amigo. Mucho que reflexionar y más aún por ejecutar. Reproduzco las palabras que su entrenador le dedicó en su partida:
Gracias porque bajo la lluvia, bajo el rayo del sol, en cualquier terreno, en cualquier situación, cuando más se te necesitó, jamás te rendiste, jamás abandonaste a tu compañero, jamás abandonaste a tu Patria.
Fuiste el can más leal, el mejor amigo. Que dio fuerza a quien más lo necesitó, con valor, con honor, y siempre de pie diste lo mejor de ti.
Aún sin conocerlos estuviste dispuesto a dar la vida por ellos, dejarás las tropas pero siempre seguirás siendo soldado.
Hoy te vas tú, pero tus compañeros continuarán tu legado.
El mundo te despiden porque fuiste y serás siempre un héroe.
...Lo más importante en nuestras vidas no se mide por el tiempo que dura, sino por las huellas que nos deja...
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