El pasado 23 de Julio ocurrieron las elecciones de España para designar al nuevo presidente a través de una mayoría parlamentaria, algo que técnicamente lleva varios días, sin embargo, esto continua vigente por los resultados obtenidos, dejando en evidencia la sociedad española.
Después de unas arduas lecciones legislativas en España a finales de mayo, dejando como ganadores a los partidos PP y VOX como bloque de la derecha y con una contundente derrota al PSOE y SUMAR del bloque de izquierda, obligando al presidente Pedro Sánchez perteneciente a esta última colación izquierdista a adelantar las elecciones para el 23 de julio, cosa que algunas determinan como abandonar el barco lo antes posible y otros como estrategia de evitar un avance de la derecha y afirmarse como líder.
Es de mencionar que Pedro Sánchez no ha tenido una buena gestión pues al día de hoy la situación de España no es la mejor, tomando como ejemplo en que México ya superó económicamente a España, pero no necesariamente se le atribuye totalmente al desempeño económico de México, sino que el país ibérico se ha estancado en los últimos años, pues la crisis interna del país europeo se ha acrecentado con los problemas territoriales, de economía y desempleo, aunado del exceso de gasto público y carga tributaria al ciudadano español.
Todo esto no ha sido reparado por Pedro Sánchez, quien prefirió enfocarse en la agenda política izquierdista, determinando así la razón principal del conflicto entre españoles, por lo que muchos han preferido esa agenda a los problemas de raíz, lo que ha dejado muy polarizada a la población, por lo que se repite otro ciclo de promesas incumplidas.
Hay que recalcar que para los españoles es más urgente la reactivación económica, con reformas más liberales para que disminuya el desempleo, que particularmente está afectando a los más jóvenes pues es más caro despedir o jubilar a los mayores por cuestiones de fondos de retiro que a los que apenas ingresan a la vida laboral, dejando una nación con fuerza de trabajo envejecida e iniciando una fuga de cerebros o de fuerza laboral joven a otros lugares con mayores oportunidades.
Además, en la cuestión de la batalla cultural, se ha preferido a la izquierda en cuanto a su agenda, aunque ha habido muchas controversias que no han permitido la estabilidad social en España, se ha mantenido tibia esa opinión, pues como ha pasado en todo el mundo, la difusión y expresión de ideas, opiniones y argumentos, se ha convertido en una misión suicida, mediáticamente hablando.
Desde el regreso a la democracia en 1975, España ha experimentado muchos cambios políticos desde entonces, imperando la izquierda en la mayoría de periodos presidenciales, aunque la derecha en su momento compuso un bloque sólido con José María Aznar, algo que no sería suficiente para que en 2004 llegara Rodríguez Zapatero, siendo su sucesor político Pedro Sánchez, mientras que para Aznar ese sucesor sería Mariano Rajoy, antecesor de Pedro Sánchez y sucesor de Zapatero.
Todo lo anterior mencionado se puede interpretar como opciones de dos bloques aunque existan varios partidos políticos, siendo VOX el que va emergiendo, aunque va más inclinado a la derecha, cosa que en esta elección ayudaría mucho al PP, pues para que se tenga presidente se necesitan 175 votos, cosa que no han logrado Pedro Sánchez por PSOE, ni Alberto Núñez Feijoó por el PP, en solitario o coalición, dependiendo de unos cuantos partidos con pocos escaños ganados pero certeros para una investidura ya sea para Sánchez o Feijoó, aunque existe otro escenario que es el bloqueo, aunque se ha pensado que derivado de eso se pudiera repetir la elección en unos meses, incrementando la polarización en este proceso.
Otra cuestión que se debe recalcar es que para que Feijoó pueda ser presidente, debería pactar ante exigencias de otras fuerzas políticas que serían inviables para el bloque de la derecha, cosa que Pedro Sánchez puede tomar ventaja, pues es conocido por ser un zorro político, no importándole pactar con quien sea para retener la presidencia, algo impensable hace tan solo un par de semanas, pues si bien el Partido Popular (PP) con Feijoó sería el ganador relativo, las elecciones no se determinan por voto directo sino por mayoría parlamentaria, sin olvidar que el PSOE con Sánchez estaría en segundo lugar con poca diferencia, siguiéndoles VOX y SUMAR relativamente.
Irónicamente la elección en España no ha terminado, ya que no se ha determinado un ganador, cosa que puede tardar semanas, si es que se logra un acuerdo, porque de no hacerlo, se enfrentarían de nuevo a las urnas en los próximos meses, algo que tal vez no sería bueno para Feijoó, en vista de que tuvieron una campaña muy decaída al lado de la de Sánchez, que impulsó el voto útil contra la derecha, a propias palabras del todavía presidente Sánchez.
Es momento de reflexionar, ya que muchas veces ignoramos problemas de raíz y nos dejamos llevar por la ignorancia o por el miedo e inclusive la tibieza y eso a la hora de votar nos puede costar muy caro, o ¿Qué opinas?
