23 de Noviembre de 2024
 

Libros de texto: Problema superficial / Por Jorge Luis Borboa

En los últimos días, han surgido muchas controversias alrededor de la realización de una nueva línea de libros de texto gratuitos que serán repartidos para el ciclo escolar 2023-2024 en todo el país, cosa que sería relativamente normal, sin embargo esta nueva edición de libros ha cambiado en gran medida con el modelo vigente, pues ahora los contenidos de los libros será puestos por proyectos, y no por materias, además de que en estos proyectos abordan diferentes temas que han sido objeto de crítica, por lo que debemos analizar las razones de ello.

La CONALITEG, fundada en 1959, y a partir de 1960, se dedicó a difusión de libros, cosa aplaudida en aquel entonces, siendo un acierto para el presidente Adolfo López Mateos, aunque con los años, se denotó cierto contenido que iba enfocado hacia una forma de pensamiento, llegando a la categoría de adoctrinamiento, enfocado a las ideas postrevolucionarias, cosa que es controvertida, pero para nada sorprendente, pues el sistema político mexicano del siglo XX, no podía ser de otra manera.

Siempre ha habido criticas conforme a los contenidos de los libros de texto que año con año, se les dan a millones de estudiantes que se espera puedan tener un criterio propio y puedan razonar lo que reciben de información, pero cuando en esos libros existe ya una postura determinada para moldear la forma de pensar, se debe replantear lo que se les está dando a esos millones de niños y jóvenes.

Otra cuestión interesante es el sistema educativo, pues se planea que con estos nuevos libros, se tenga un modelo de aplicación de los conocimientos, teniendo eje transversal de cada uno de los ámbitos de conocimientos, pero aquí viene el problema, que no es la idea de la aplicación de esos conocimientos en cosas prácticas de la vida cotidiana, sino la inviabilidad de este modelo cuando el sistema educativo mexicano no está estructurado para eso, pues se sigue dando un manual de instrucciones a los directivos, administrativos, docentes y alumnos, cosa que no cambiará dando este tipo de libros, siendo esto un punto clave del problema, pues toda esta controversia se da porque el sistema indica que esos libros son el manual de instrucciones y no son material de consulta, porque sería diferente que esos libros fueran una consulta de apoyo o complemento a una guía imprescindible para pasar un examen.

A todo esto, se le agrega que, si algún día se quisiera aspirar a algo así, primero se debe tener la infraestructura adecuada, mínimo instalaciones decentes, mobiliario digno, servicios básicos, cobertura a internet, algo que debería ser la regla en cada escuela de este país, pero que desgraciadamente es la peculiaridad. Por ejemplo, en los libros ponen códigos QR para más información, pero en muchos casos terminan segregando esos conocimientos complementarios a los alumnos que no tienen acceso a internet, o en zonas donde apenas y llega la red eléctrica, sin olvidar que puede haber códigos que ni siquiera lleven a alguna página de internet o den error.

Tristemente el modelo educativo mexicano siempre ha sido un manual de instrucciones para una guardería, y no se ha enfocado en el desarrollo e innovación de las habilidades del ciudadano mexicano en su mejor etapa para aprender que es la niñez y adolescencia, algo que se ha desperdiciado generación tras generación, además de la limitación de cátedra de los maestros.

Las críticas a estos nuevos libros, han surgido desde un ámbito superfluo y ambiguo, aunque no descartable, pero lo que ha sido de fondo jamás lo tocan, porque eso es incomodo tanto para la clase política, como para el ciudadano común, pues no es muy bonito decir que conviene tener una sociedad ignorante, no es amigable comentar que la sociedad mexicana no ha buscado la mejora educativa sino una guardería, y no es correcto sugerir que la educación de verdad, la que explote las habilidades y el potencial de los niños y jóvenes, se tiene que costear por fuera porque en nuestro sistema es segregado y despreciado, a lo cual solo unas cuantas personas podrán costear a sus hijos una buena educación tanto dentro como fuera del sistema educativo mexicano.

Con todo esto queda claro que las ideas no son suficientes para mejorar, sino que son necesarios cambios de fondo para que esto pudiera funcionar, pero desgraciadamente no se hará nada, y todo seguirá igual, ya sea con un libro de 1960 a uno de 2023, pues solamente cambia la forma, pero no el fondo del problema, cosa que solo corresponde a la sociedad mexicana juzgar, pues con la situación actual de nuestro país, se requiere a que los ciudadanos piensen y tengan criterio para opinar y no se basen en cuestiones subjetivas y sentimentales que nublan un juicio acertado, y la única forma de ser potencia algún día, es la educación, pues siempre se ha dicho que México será potencia desde hace muchas décadas, pero eso es un circulo vicioso para calmar la desesperanza de no alcanzarlo.

Es momento de reflexionar, pues en la vida hay cosas que dependen de ti y otras que te encasilla la sociedad, por lo que si recibimos una educación mediocre, es deber cambiarlo pues solo con un relevo generacional calificado para ser un ciudadano funcional, podrá conseguir cambiar a México, y no solo arrastrar los fracasos y complejos del pasado, o ¿Qué opinas?

 



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