La personalidad de Jesús es atrayente. Aún algunas personas, que no creen en Dios, suelen reconocer que Jesús de Nazaret tenía una personalidad magnética. La forma en que ayudaba a los enfermos, daba de comer a las multitudes y despertaba la esperanza de la gente, sin duda hacían que las personas quisieran estar con él. Me imagino que sí yo hubiera vivido en aquella época y hubiera estado en alguna de las ciudades que recorrió, también hubiera buscado escucharlo hablar, y hasta hubiera pedido de su ayuda. Lo que me resulta muy interesante, desde la perspectiva de alguien que gusta de leer y escuchar historias, es que aquel hombre solía dar su mensaje a través de parábolas.
Las parábolas son estas pequeñas historias, que ya en nuestro tiempo, suelen ser muy entendidas. Pero en los tiempos de Jesús en la tierra, aunque muchos otros predicadores también usaban este método para enseñar, resultaba sorpréndete que aquel hombre contara historias misteriosas y enigmáticas (casi como acertijos) y que en ellas las personas descubrieran verdades eternas.
Algunas de las más famosas son:
-El Hijo Pródigo.
-La Oveja Perdida.
-El Sembrador.
-La Semilla de Mostaza.
-El Buen Samaritano, entre otras.
La parábola tiene el encantó de que atreves de ella, se puedan abordar diversos temas de manera interesante. En algunas de ellas Jesús atacó la hipocresía de la religión organizada de su tiempo, la importancia de estar alertas a la vida espiritual y enfatizó el amor de Dios al que vivía alejado de él.
Pero las historias que Jesús contaba también tenían el propósito de que en ellas se interesaran sólo aquellos que tenían curiosidad por ese mensaje, y quienes no querían hacerlo se quedarán sin entender. Eran como un filtro para que los que "Tuvieran oídos para oír, oyeran".
Esta columna de "Buenas Noticias" busca exactamente lo mismo. Abordar ciertos temas de importancia para los que creemos o queramos creer, y para los que no quieran hacerlo simplemente no lo hagan. Entonces, en estas notas regularmente estaremos compartiendo algunas historias y poemas (otra forma muy bíblica de trasmitir mensajes "encriptados") para usar esos mismos métodos de Aquel hombre que contaba historias. Aquí el primero:
-Décima de las parábolas-
Jesús a la religión
hipócrita de sus días,
en parábolas hacía
ver su horrible condición.
Pero hablaba al corazón
del hombre y de la mujer
que sí quisiera entender
Las historias que contaba;
y así con eso lograba
que en el pudieran creer.
-Simón Toledano.