Por Jorge Luis Borboa
Andrés Manuel López Obrador, el presidente que deja el poder el próximo 30 de Septiembre para irse supuestamente a su rancho de nombre peculiar para retirarse, ha dejado el paquete de reformas más ambicioso de todo el sexenio pues ha mandado tantas iniciativas y de gran peso en diferentes ámbitos que se llega a la cuestión de ser sólo estrategia electoral al saber que no le aprobarán la mayoría o es un terreno ya diseñado para quien sea su sucesor o sucesora, aunque la mayoría sabe quien está arriba en las encuestas. A continuación, se presentan todas las iniciativas de AMLO pero con el análisis pertinente:
La primera es el reconocimiento de pueblos y comunidades indígenas como sujetos de derecho público preferentes, viendo aquí algo irónico, pues se supone que todos debemos ser iguales, y si se da atención especial debería ser para tener las mismas oportunidades, no como una agenda política para captar votos, pues si en siglos no se ha logrado entender que, ya seas mestizo o descendiente nativo, todos somos mexicanos, además de que no se asegura nada con solo dar reconocimiento político. La segunda habla de reafirmar el derecho a la pensión que nunca sea menor que la inflación, cosa que cualquier estudiante de economía vería como riesgoso, pues no solo implicaría un circulo vicioso en la cuestión inflacionaria, sino que la realidad es que la pensión es la lograda por años de trabajo, no por asistencialismo del estado, cosa que a muchos no les queda claro, lo que deja aún más en riesgo el bienestar de las nuevas generaciones. La tercera está relacionada ya que habla de las becas para todas las familias pobres, cosa que termina fallando pues no a todos les llega, además de que los criterios de becas son diferentes a la concepción del presidente, pues se supone es un incentivo por el buen rendimiento académico, cosa que no hay aquí.
La cuarta iniciativa trata de garantizar atención médica gratuita para todos, cosa imposible para el sector que peor le ha ido en este sexenio que es el de salud, que le queda a deber a 50 millones de mexicanos, comprobado en la pandemia, además del fracaso del INSABI. La quinta es que los mexicanos puedan ser dueños de sus viviendas, cosa que se maneja de forma superflua ya que hasta el día de hoy no se han resuelto problemas como los de las deudas impagables de INFONAVIT.
La sexta habla de prohibir el maltrato animal, siendo un acierto siempre y cuando haya un buen sustento jurídico que garantice rigor en la ley para quien sea infractor. La séptima que es más polémica es la prohibición del maíz transgénico y la técnica de obtención de hidrocarburos que es el fracking, pues esta causa daños en la tierra que la hacen más propensa a desastres por la fractura, pero esto es contradictorio pues PEMEX ha llevado a cabo esas prácticas. La octava es importante y es respetar las zonas de escasez de agua y reservarla para uso doméstico, lo cual es un acierto, pero desgraciadamente no se le dejará de dar cantidades inconmensurables de agua a las empresas refresqueras o líquidos como COCA o PEPSI, además de que para algo así se debe implementar infraestructura para mejor gestión del agua como filtración de agua de lluvia por asfalto, mejor manejo de presas, etc., pues debe haber un proyecto ante esta reforma importante. La novena es la prohibición de vapeadores y sustancias como fentanilo, lo que lleva a cierto chiste pues queda claro que con prohibirlo y no combatir a quienes venden las sustancias y las distribuyen, no va a funcionar.
La décima habla del aumento del salario mínimo que no sea menor a la inflación, cosa peor y que se relaciona a las pensiones, además de que un salario mínimo debe ser puesto de manera que exista más oferta, y sólo empeora con la inflación. La décima primera trata del salario mínimo para trabajadores del estado no podrá ser menor a los que están inscritos al IMSS, siendo algo lógico, pero de analizar presupuestos. La décima segunda habla de revertir la reforma de pensiones de Zedillo de 1997, algo muy delicado pues la reforma del 97 resultado del exceso de la reforma de 1973 al no ser sostenible, pero es precisamente en esta reforma que debería ser bien diseñado un nuevo sistema de pensiones como el de Australia, pero así se iría las partidas que se quedan los políticos por lo que no pasará o cuando menos sería reforma a modo. La décima tercera trata de garantizar el trabajo y la educación, algo que da gracia pues solo con ponerlo por escrito no garantiza nada, y lo dicen los datos de trabajos informales con precarias condiciones laborales, así como índices educativos horrorosos y de vergüenza que solo sirven para parcharlos con una supuesta Nueva Escuela Mexicana que pertenece al mismo sistema arcaico que tiene por objetivo mantenernos ignorantes y sin criterio. La décima cuarta es sobre un jornal (un tipo de salario) para los campesinos como en sembrando vida, cosa muy triste pues el productor está muy desamparado en México, pero es más conveniente tenerlos con salarios de limosna a volverlos empresarios con el fruto de su esfuerzo y tener una industria agropecuaria de primera en México y no ser los eternos importadores de alimentos ya procesados. La décimo quinta trata del tren de pasajeros, cosa que desgraciadamente cuesta más de lo que vale, además de que los beneficios son para los militares, siendo ese otro tema. La décimo sexta que es electoral, habla de reducción de gastos de campaña, y de partidos políticos, así como reducir cargas burocráticas y eliminar los plurinominales en diputados y senadores, siendo esta reforma buena en su planteamiento, pero mala en su ejecución, pues debe existir un mejor sistema de representación para que no haya sobrerrepresentación, además sería de locos pensar que algún legislador la va a aprobar y perder privilegios.
La iniciativa décimo séptima habla de la elección de Magistrados y Ministros del Poder Judicial, que sería por voto popular, lo que implicaría convertir oficialmente el Poder Judicial en algo político, además que la cruda verdad es que el ciudadano mexicano no sabe elegir a sus gobernantes por lo que ni de broma sabría elegir a técnicos o especialistas en lo jurídico, además de que sería vulnerable el Poder Judicial a elecciones a modo, como Lenia Batres que ha hecho un bochornoso papel en su corto tiempo como Ministra de la SCJN, siendo sólo elecciones políticas sin prioridad jurídica.
La décima octava habla de que la Guardia Nacional sea parte de los militares, cosa inviable por la pésima reputación de estos, además de la vulneración del orden y derechos civiles, sin olvidar que esto representa dar más poder a los militares sin instruir a las autoridades civiles dejando al país sólo. La décima novena habla de austeridad republicana, lema del presidente, pero que en la práctica solo habla de simulación pues los escándalos de corrupción en este gobierno fueron varios, además de que debería hablarse de un estado eficiente o eficaz, cosa que no importa mientras se simule que si ganan menos que el presidente son austeros. Por último, se habla de eliminar los organismos autónomos como el INAI o CNDH, pues son considerados neoliberales que irónicamente su propósito cuando menos en esencia es revisar el actuar de los servidores públicos, pero se sabe que este gobierno le encanta la secrecía.
Es momento de reflexionar ya que estas reformas cuando menos en su mayoría serán rechazadas al no tener mayoría calificada, y las que salgan deben ser revisadas para que, si puedan aplicarse, aunque este gobierno siempre ha sido prioritario en lo electoral sin importar nada, ya que ahora se promete todo, ya después se verá, porque lo importante es ganar, o ¿Qué opinas?