23 de Julio de 2025
 

El alienante de la izquierda mexicana / Por Lic. Osbaldo Ramos Vázquez

 

 

¿Cuál es la diferencia entre un dogmático y un racional? Tanto el dogmático como el racional comparten creencias, solo que el segundo está conciente de que estás cambian de acuerdo a los hechos observables, mientras que el primero se aferra a ellas. El segundo sabe que lo que hoy afirma, mañana puede ser falso. Pero el primero al aferrarse a sus creencias y al día siguiente estás se refutan por los mismos hechos observables, siente una derrota que lo orilla a la agresión, el enojo y la persecución. Por ejemplo, los que le creyeron a Ptolomeo por varios siglos sintieron una derrota interna cuando Copérnico demostró que estaban equivocados. Esto sucedió hace siglos, pero lo que quiero resaltar es que en todas las épocas históricas siempre hay creyentes que creen sin razonar. En nuestros días, mucha gente sigue dudando de si el hombre fue a la Luna o si la tierra es redonda a pesar de la abundante evidencia que las respalda.

Si bien, cuando usted lee el ensayo político de Daniel Cosío Villegas que lleva por nombre “La sucesión presidencial” descubre la psicología de los jefes del partido y sus miembros. Estos deben creer a ciegas y dejarse convencer por la simpatía del líder si es que quieren conseguir un puesto en la vida pública. Lo que haré a continuación será exponer a detalle lo que se está viviendo en el nuevo régimen del partido político que ha dominado toda la esfera política del país de México, para eso usaré un ejemplo que sucedió durante la Segunda Guerra Mundial en especial bajo el régimen NAZI. Muchos judíos que fueron reclutados para ser llevados a los campos de concentración así como al holocausto, para poder sobrevivir se sometieron a los jefes y soldados siguiendo sus indicaciones. Entre esto, tuvieron que demostrarlo tratando de la peor manera a sus semejantes.

Todo régimen como partido político tiene que tener tres objetivos: 1) ser una máquina para fabricar pasión colectiva, 2) ejercer presión sobre el pensamiento y 3) ser una máquina cuyo primer objetivo es su propio crecimiento. El partido que hoy domina la vida política mexicana, desde el 2006 construyó una retórica que sembró pasión colectiva y muchos se le afiliaron. En mi experiencia, muchos de sus simpatizantes parecían testigos de Jehová tocando a la puerta para invitarme a unirme al partido. Nunca lo hice, pero estoy seguro que alguien me afilió sin mi consentimiento.  La mayoría no lo hizo por esperar un cambio o su concepto llamado “transformación” sino con la esperanza de obtener un cargo público. Sus miembros comparten lo mismo que esos judíos: su propio interés a costa de sus semejantes. Es notorio como hoy cuando sale a relucir una corrupción, un fraude o una traición a sus ideales, se les recuerda a sus miembros que deben salir a decir: “No estas solo” o pierden su cargo público o simplemente se les expulsa. Para no exagerar, he de mencionar que el caso de los judíos era por supervivencia, es decir, estaba en juego su vida, pero para los que integran el partido político es más por su propio beneficio e interés.

Muchos intelectuales, aunque no de talla como Paco Ignacio Taibo II, adoptan una fe dogmática al partido creyendo que habrá una esperanza y una nueva visión teleológica de la historia. En el estado de Tlaxcala se suele decir “Una nueva historia” y en efecto, el actual gobierno está dejando una historia que será criticada de una forma tan agria por los verdaderos hombres de razonamiento. Yo denuncio a esos pseudointelectuales porque al afiliarse al partido se cierran, son incapaces de admitir errores y se aferran a una interpretación única de la historia: se dirigen al fanatismo político. Este nuevo régimen, ha construido unas estructuras profundamente corruptoras del pensamiento, la verdad y la libertad.

La pasión colectiva del partido político dominante, a diario siembra este sentimiento lo que termina en encajar en hombres distraídos y lejos de si mismos. Por las mañanas se expone esa baja integridad intelectual, se usa un lenguaje tan vulgar que parece de un chiquillo que vive de inventar mentiras y pretextos : “No estaba enterado”, “Pero no venimos hablar de eso”. Las palabras de: “No mentir”, “No robar” y “No traicionar", en realidad son el vicio vestido de virtud. ¿Qué hemos hecho para que estemos todos contra todos?, Ni la oposición ha buscado alternativas para poder derrocar al nuevo régimen. Usan su mismo lenguaje, sus mismas persecuciones. No se les ocurre usar el principal fundamento de la política, el diálogo, la discusión, el acuerdo o la verdad. ¿Cómo nos hacemos responsables de la vida que está en juego de muchos mexicanos?, ¿Que les hemos dejado a los que vienen atrás?. Me parece demasiado injusto ignorar nuestras responsabilidades sabiendo que no podremos estar tranquilos por todo este fenómeno social que es el narcotráfico. Ha desaparecido el pensamiento libre y han triunfado los intereses propios de las personas así como de las instituciones que según nos representan y ellos representan. El fin último de este nuevo régimen no es el bien común o el segundo piso de la transformación sino su propia supervivencia por medio de programas bajo el nombre de Bienestar. Desean expandirse cada vez más, pero si no sale como esperan, van a decir que en la pasada administración había más corrupción, más mentiras y más pretextos. Se escucha como susurran esa ideología decadente: “más afiliados, más poder, más votos”. Quisiera concluir diciendo que han convertido en una burla lo que es la verdadera política. En ellos descansa uno de los mayores juicios de todo político: llegar al poder se paga muy caro, el poder idiotiza a los hombres. Han ingerido un alienante que les ha consumido la conciencia, y no solo está anestesiada o controlada, ha sido contaminada para dividir cada vez más a las personas sembrando la confusión, mentiras y odio.



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