Sin tacto
Por Sergio González Levet
Luis Arturo Ramos
En un acto de justicia literaria, y de cualquier justicia, la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana está realizando desde ayer y hasta hoy un homenaje al gran escritor minatitleco Luis Arturo Ramos.
Es un evento como debían ser siempre este tipo de reconocimientos, con la participación de estudiosos, especialistas y amigos para que hablen de la obra de este gran novelista, sin duda el mejor de entre los vivos nacido dentro de nuestra frontera estatal (el abusivamente reconocido Sergio Pitol nació en la ciudad de Puebla, aunque creció como todo un veracruzano en la Colonia Manuel González; antes de que los adoradores del autor de Domar a la divina garza se me echen encima, lo de “abusivo” lo digo porque con tantas fiestas —todo lo merecidas que quieran— que le hacen al magnífico escritor, pareciera que es el único que hay en Veracruz, y vaya que tenemos buenos).
Regreso a Luis Arturo Ramos y me congratulo de que le sea reconocida por su alma mater su trayectoria como novelista, como autor de cuentos dirigidos al público infantil, como ensayista, como cronista y como autor de historias para el cine.
En El Ágora de la Ciudad del Parque Juárez se están realizando estas jornadas, y ayer empezaron tempraneramente con la revisión de la narrativa de Ramos por parte de José Ángel Escarpeta, Magali Velasco Vargas, Mario Muñoz y Alberto Álvarez Alejo.
Después de un breve receso, David Oliva López, Sagrario Benazir Hernández Escobar e Indra Haritza Murillo Flores se refirieron a la producción de nuestro autor dirigida al público infantil.
La jornada terminó con la proyección de la película Danzón, de Octavio Reyes, basado en el cuento “Acerina” que apareció en su libro Los viejos asesinos.
Si la madrugadora lectora y el mañanero lector están viendo este texto antes de las 9:30 de este viernes 24, están a tiempo para llegarse a El Ágora, en donde empezaremos la mesa redonda sobre las crónicas y los guiones cinematográficos de Luis Arturo Ramos. Ahí estaré junto con Bruno Villar Basurto (que también tiene madre, ¡y mucha!) y el doctor Raciel D. Martínez, para hacer un repaso de esta parte de la obra inmensa de nuestro amigo.
Ya entrados en gastos, podrán quedarse a la penúltima mesa, sobre la obra ensayística de Luis Arturo Ramos con la intervención de Miguel Barajas García, Cinthia Campomanes Mejía y Brianda Pineda Melgarejo.
Terminará la parte crítica con un repaso más bien social de la vida cuasi literaria de Luis Arturo, a cargo de Guillermo Villar, José Homero y Javier Vásquez.
Y el cerrojazo será la entrega del Reconocimiento, para lo cual estará presente la misma Rectora de la UV, la doctora Sara Ladrón de Guevara.
Todo hace indicar que a partir de este homenaje, Luis Arturo Ramos se encamina a ser candidato del doctorado honoris causa. La calidad de su obra literaria y académica y su trayectoria dentro de nuestra alma mater así lo exigen.
Y ahí sí todos lo avalaríamos.
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