24 de Noviembre de 2024
 

Luis Humberto - Soledad

No te sientas solo amigo, que la soledad no es andar solo, sino por tu gusto hacer soledad; por tus errores, por tus hábitos distraídos o malas influencias. La soledad puedes evitarla o buscarla cuando te plazca. No te sientas solo amigo, cuando nadie te busque, cuando nadie te hable, cuando nadie te acompañe. Basta un simple llamado para que amigos bastantes acudan a ti. La soledad es pasajera y también doble consejera. Todo esto y más, le dije a un amigo cuando taciturno me dijo que solo se sentía.

Y es que la soledad, si tú lo permites, -le insistí, rasga la ventana de tu alma, penetra por ella, envuelve tu corazón, te aleja de seres que te quieren, y evita que busques amor. ¡No lo permitas!, es íntima amiga de la depresión que envenena tu espíritu, maneja tus decisiones y se apodera de ti.

 

Busca siempre la convivencia, la verdad y el amor en tu vida. Así tendrás, -finalmente le dije, fe y esperanza que te hará caritativo y condescendiente contigo mismo y con los demás.

CuÁntas veces no nos hemos sentido solos en la vida; pero también, cuantas veces no hemos encontrado alguien que nos oriente, nos apoye y nos guíe, en alguna decisión crucial para nuestro crecimiento espiritual, moral, afectivo o material. No somos seres aislados, somos seres sociales y necesitamos siempre de los demás para sobrevivir.

Nadie es autosuficiente y debemos siempre buscar, buscar en otros el sostén necesario que fortalezca nuestro espíritu. Es cierto que nadie es indispensable, pero más cierto es que nadie puede satisfacer todas sus necesidades sin la intervención de los demás.

La vida se vive en convivencia, sana y afectiva, en interdependencia y comunión con nosotros mismos y nuestro prójimo. No sea incapaz de relacionarse con los demás, y recuerde que si para muchos la soledad es causa de depresión, para otros no es algo deprimente.

La soledad es útil en ciertos momentos, aunque indeseable en otros. Carmen Martín Gaite, una novelista española, dijo alguna vez que: “la soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente”.

Y Gustavo Adolfo Bécquer, poeta español, dijo que: “la soledad es muy hermosa… cuando se tiene alguien a quien decírselo”.

De manera que, sentirse solo es a placer de usted, quien es dueño de todas sus opciones. De nueva cuenta, la decisión es suya y usted sabrá si la soledad, en determinado momento, le beneficia o destruye.

 

Los extremos son malos, acuérdese, como en muchas otras cosas más. De cualquier forma, procure no alejarse demasiado de los demás, de sus seres queridos que le necesitan y usted de ellos también. La vida es así, llena de tonalidades desnudas, frías y amargas; pero también, plena de matices frescos, alegres y dulces. Buenos, piadosos y compasivos o malos, agrestes y protervos. Acérquese a lo bueno y aléjese de lo malo. No está por demás. Piénselo un poco. Que tenga un buen día.



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