25 de Noviembre de 2024
 

Salvador Muñoz - La sortija de Buganza

Los políticos

La sortija de Buganza

Salvador Muñoz


Es cierto: es un hombre de símbolos, de fe, pero que también sabe jugar rudo y que conoce de dar o recibir golpes en buena lid, mas si nunca expresa alteración alguna en su rostro que denote enojo, furia, resentimiento alguno, esto se podría explicar con una fórmula sencilla: la combinación de fuerza con disciplina.

¿Cómo se alcanza esto?

Muy sencillo: practicando Rugby. Baste recordar el adagio británico que dice: “el futbol soccer es un juego de caballeros jugado por villanos; y el rugby, un juego de villanos jugado por caballeros”.

Durante cinco ocasiones fue seleccionado de Rugby y lo practicó en el DF con franceses… un mohín de disgusto en su cara me dice que no son de su agrado los ingleses en este ramo.

 

II

Responde con una pregunta cada vez que lo cuestionan sobre sus proyectos en caso de ser candidato independiente por la gubernatura en 2016: “¿Quién dice lo que va a hacer?”

Quien le entiende, de inmediato ríe y hasta agrega la respuesta a ello…

Es Gerardo Buganza Salmerón, en reunión con columnistas del Grupo de los Diez, que en realidad son 12.

Platica un poco sobre su experiencia al lado de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, ahora que estuvo hace poco por Monterrey. Dice que no es un improvisado el exalcalde de García, tan es así que tanto el mismo Gerardo Buganza como su equipo, están yendo al norte del país para capacitarse…

III

2004. Acababan de pasar las elecciones y se acercó Pipo Vázquez para decirle: “Debes 42 millones de pesos”... él entendía que la deuda era del PAN, pero no… todo estaba a su nombre.

Que 23 millones, a Televisa...

Que quizás otros 10, a TV Azteca...

Que otros tantos, a medios impresos...

Que unos más, a radio.

Es ahí donde se ven los amigos… Santiago Creel le echó la mano con Azcárraga; otro amigo, con Salinas Pliego; El Jefe Diego, lo alivianó al igual que Toño Lozano y Domingo Muguira… sí, Domingo Muguira, ¡el suegro que todos quisiéramos tener! Si no, que lo digan Juan Lavín y Armel Cid de León...

A pesar de recibir ayuda de los amigos, aún debía, así que en el Senado pidió un préstamo y durante dos años y cacho, no tuvo ingresos por la Cámara Alta.

En una estación de radio, había cápsulas que le pedían que pasara a liquidar su deuda, por lo que, decidido, tomó el carro de su mujer y el de él, los vendió y pagó a esa estación lo pendiente.

Para trasladarse al Senado, lo hacía por el servicio de ADO en ese entonces llamado UNO. Salía de madrugada y para no pagar hotel, se regresaba terminando la sesión. Quien lo hizo “fuerte” fue Sergio Penagos, que le disparaba las tortas.

¿Cuál es la lección que aprendió del PAN con esto? Los activos son del partido; los pasivos, del candidato.

IV

Gerardo Buganza tiene una asociación, Generando Bienestar. Dice que pudo hacerla partido pero llegar a eso sería volver a los mismos vicios de los cuales, la gente está harta, lo que se sustenta por las recientes encuestas que realizó Marketing México de Rafael Jiménez, donde el resultado arroja que 60 por ciento de los encuestados votaría a favor de un candidato independiente; a ello se sumó un trabajo del periódico Imagen de Veracruz, elaborado en algunas zonas metropolitanas, que elevó el porcentaje por arriba de 70.

Sí, quiere ser candidato independiente, pero pues tiene que esperar los tiempos… mientras, se prepara… sea estudiando o trabajando incluso en su natal Córdoba, porque si hay algo que le gusta, es hacer las cosas por sí mismo, y aunque no lo aparenta, es rudo, bronco, como buen jugador de Rugby, aunque eso a veces le cueste ¡y sus manos lo delatan! No porque tenga heridas o callos… en sus dedos no figura el anillo de matrimonio, pero no es por eso que sea rudo o bronco, no… le cuento: En cierta ocasión, en un terreno de su propiedad, tuvo que trabajar bajo aguacero y entre lodo… cuando llegó a su casa, se dio cuenta que en su faena, había perdido esa sortija, llena de promesas, de simbolismos y de fe. Regresó a buscarla al día siguiente pero no la encontró… no lo aflige y a su esposa tampoco; al final, basta con que dos se quieran para entender que el matrimonio es más que una sortija…



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