25 de Noviembre de 2024
 

Panoramas de Reflexión

El día

 

El día que dejemos de distraernos con asuntos mediáticos y que repitamos como pericos todo lo que se dice, ve y oye en diferentes medios, acerca de cosas como que la situación económica empeorará si gana tal o cual persona, que fulano se robó los recursos del pueblo, que debemos apoyar a tal o cual candidato para mejorar, y demás patrañas; y nos pongamos a trabajar con honestidad y decoro, entonces sí, las cosas van a cambiar para bien de nosotros mismos y de la gente que nos rodea.

Usted me dirá que se pueden hacer las dos cosas a la vez y hasta más, pero lo que se mete en su cabecita deliberadamente, repercute mucho en su actitud hacia el trabajo y en muchas otras cosas más. Es cierto también que las condiciones económicas actuales no propician un buen desempeño y activación en la economía, pero con una mentalidad pobre de ideas y ganas escasas de hacer bien las cosas, no vamos a salir adelante nunca. ¿Qué quiero decir con hacer bien las cosas? Pues que trabajemos de manera honesta y pulcra, respetuosa, justa y libre de trampas que habitualmente todos hacemos en el trabajo. La actitud es importante también, y para quien no entienda qué quiere decir esa palabra tan multicitada hoy en día, es la disposición de ánimo que debe manifestarse de algún modo ante nuestros clientes, compañeros y jefes o patrones. Mucha gente con cierto grado de resentimiento y antipatía social, a menudo confunde actitud con servilismo. Actitud jamás se refiere a someterse de modo rastrero a la autoridad de alguien, sino de mostrar amabilidad, atención, respeto y condescendencia con quien atienda. Así de fácil, no se confunda. A mucha gente altanera y soberbia le cuesta mucho trabajo entender la diferencia que se me hace crucial, para el buen desempeño en las relaciones interpersonales que todos los días sostenemos con los demás. En otras palabras, elija una buena manera de ser con los demás, tenga disposición de hacerlo, de buen humor, con amabilidad y respeto. Sea amble pues, eso no le cuesta nada, es gratis, y los beneficios que obtendrá serán cuantiosos. Andamos siempre a las carreras por la vida que no nos detenemos un momento a pensar que todas las personas tienen una razón, que no nos corresponde juzgar, para comportarse de una manera tal vez diferente a lo que siempre esperamos de los demás. Sea comprensivo también.

A veces me canso de escribir letra muerta que nadie lee, manifestándoles con muchas metáforas ajenas y propias, acerca de los valores éticos y morales, lecciones de vida que a cualquiera nos puede pasar, y que debiéramos todos aquilatar, pero parece nadie me escucha, nadie me lee. Sin embargo, sigo desde mi trinchera tratando de hacer eco en quien sirva mi humilde opinión. Si no trabajamos, si no luchamos honestamente, nunca nos vamos a distinguir, jamás habremos de sobresalir. Póngale sentimiento, injundia, como dicen los jóvenes, (fuerza y vigor es quizá lo que con esto quieren decir), en todo lo que haga o emprenda. Haga pues que se note la diferencia de ser atendido o servido por usted y verá que no me equivoco. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.

 

Luis Humberto.



Banner Hotel