“La religión no es sólo una, hay cientos. La espiritualidad es una sola. La religión es para los que duermen. La espiritualidad es para los que están despiertos. La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer o quieren ser conducidos. La espiritualidad es para los que prestan atención a su voz interior. La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas. La espiritualidad te invita a razonarlo todo, a cuestionarlo todo.
La religión amenaza y asusta. La espiritualidad da paz interior. La religión habla de pecado y de culpa. La espiritualidad dice: “aprende del error”. La religión reprime todo, te hace falso. La espiritualidad trasciende todo, te hace verdadero. La religión no es Dios. La espiritualidad es todo y, por tanto es Dios. La religión no indaga ni pregunta. La espiritualidad lo cuestiona todo. La religión es humana, es una organización con reglas. La espiritualidad es divina, sin reglas. La religión es causa de divisiones. La espiritualidad une. La religión busca que la acrediten. La espiritualidad tienes que buscarla. La religión sigue los preceptos de un libro sagrado. La espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros. La religión se alimenta del miedo. La espiritualidad tiene su fuente en la Confianza y la Fe. La religión es vivir en el pensamiento. La espiritualidad es vivir en la consciencia. La religión se ocupa de hacer. La espiritualidad tiene que ver con el Ser. La religión alimenta el ego. La espiritualidad nos hace trascender. La religión nos hace renunciar al mundo. La espiritualidad nos hace vivir en Dios, no renunciar a Él. La religión es adoración. La espiritualidad es Meditación. La religión sueña con la gloria y el paraíso. La espiritualidad nos hace vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora. La religión vive en el pasado y en el futuro. La espiritualidad vive en el presente. La religión limita nuestra memoria. La espiritualidad libera nuestra consciencia. La religión cree en la vida eterna. La espiritualidad nos hace conscientes de la vida eterna. La religión promete para después de la muerte. La espiritualidad es encontrar a Dios en nuestro interior durante la vida. No somos seres humanos pasando por una experiencia espiritual, somos seres espirituales pasando por una experiencia humana”.
Hermoso, sublime, bello y profundo pensamiento anónimo de reflexión insondable pero de tremenda y variada apertura a los criterios más versados. La citada reflexión me fue enviada a mi correo electrónico hace ya algunos años por un buen amigo y querido hermano, y he considerado interesante compartirla con usted en estas fechas de reflexión para que la analice, reflexione y disfrute de su contenido alejado de fanatismos e intolerancia que pudiera causar en algunas personas. Pone de manifiesto el desapego a la soberbia e hipocresía e invita a la meditación y sinceridad de pensamiento. Es muy importante no olvidar también la práctica de la caridad siempre, no sólo ahora, con aquellas personas que más lo necesiten, como complemento espiritual para su desarrollo personal. Hoy que aquí va a estar Jesús de nuevo como signo de la Gracia, acostado en la debilidad de la pobreza, en el pesebre de nuestros nacimientos; aunque el ruido de la fiesta lo trate de ocultar, aquí estará, volviendo a proclamar su lealtad a la voluntad del Padre: que todos nos tratemos como hermanos, que todos construyamos el reino de Dios. Basta ya de falsedades, no sigamos acudiendo a los templos para agradecer y prometer a Dios un cambio en nuestras vidas, si cuando salimos de ellos continuamos siendo los mismos hipócritas de siempre, que pelamos el diente y hasta de besito saludamos a nuestros semejantes, y subrepticiamente les asestamos certeros golpes bajos. No se vale. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto