Miguel Ángel Yunes Linares: Una historia de horror
Gustavo Guerra M.
Miguel Ángel Yunes Linares es para los veracruzanos que votaron por él, una decepcionante realidad llena de mentiras, perversidades, violaciones al marco legal veracruzano, errores intencionalmente planeados y venganzas personales contra todo y en contra todos, ambiciones de poder y de dinero mal habido: una verdadera historia de horror para el pueblo veracruzano.
En este marco de conducta patológica del ejecutivo estatal todo es posible.
Mire: Recién concluyó el proceso comicial para elegir ayuntamientos en los 212 municipios veracruzanos, las manifestaciones de protesta por la porqueriza o estancia de puercos en que se convirtieron los Consejos Municipales del OPLE, los árbitros de la competencia electoral que debieron ser transparentes e imparciales, en los hechos propiciaron el desarrollo de procesos viciados. El fraude electoral se institucionalizo y dejó de ser en esta ocasión el deporte favorito del Partido Revolucionario Institucional PRI, como ahora lo practica el gobierno del PAN, el gobierno del cambio.
Habiéndose formado el fallido gobernador en la cultura del fraude, y la violencia desatada al amparo del poder desde su origen priista y, posgraduado en la escuela de su actual Partido, nadie le creyó que sacaría las manos del Consejo Estatal del OPLE, órgano que estuvo a su disposición por haber sido instrumentada la integración y nombramiento de consejeros desde la oficina a cargo de otro ex priista Manuel Muñoz Ganem, quien materialmente dirige la política interna del estado desde su oficina en Palacio de Gobierno.
A ello se agrega que la batería de comisionados o representantes de los partidos participantes en la contienda del 4 de junio pasado, no estuvieron en la mayor parte de los municipios debidamente capacitados, con conocimiento de la ley electoral o sin experiencia, así que se constituyeron en facilitadores del mayor fraude que registra la historia en materia de elecciones municipales en la entidad.
En la Región Costera Central, la inconformidad social está a punto de la violencia si le permiten meter las manos al gobernador Yunes Linares en el Tribunal Electoral Veracruzano e influye en los magistrados: Javier Hernández Hernández, Roberto Sigala Aguilar y José Oliveros Ruíz, para que éstos resuelvan mediante presión política los casos en favor de la Coalición PAN-PRD.
En Tlapacoyan el Consejo del OPLE se declaró de plano incompetente para limpiar el cochinero electoral del 4 de junio pasado y, en Martínez de la Torre 5 partidos impugnaron la elección y están haciendo sonar tambores de guerra al igual que los ciudadanos papantecos que amenazan con llegar hasta las últimas consecuencias.
Y es que las ambiciones de poder del gobernador no conocen límite, metido como está en la construcción de la candidatura al gobierno de Veracruz de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez en el 2018.
Falta poco tiempo para saberlo.
