-El dios que no era Dios-
El miércoles pasado el mundo se quedo sin Maradona. Y tras su muerte las opiniones son muchas. Para los amantes del fútbol, murió un genio, un fenómeno del balompié, su dios. Para el movimiento feminista (Mira que morir justo el Día Internacional de la Eliminación de la Biolencia Contra la Mujer) murió un macho golpeador, y pederasta.
Para gran parte de la izquierda latinoamericana murió un camarada partidario de la revolución cubana y fiel admirador de Fidel Castro. Para el resto del mundo murió "un gran futbolista amante de la cocaína y los excesos" Lo curioso de esto es que todos tienen la razón. Maradona fue un hombre de extremos. Yo lo recuerdo en aquel mítico partido contra Alemania en el mundial del 86 en nuestro país. Específicamente recuerdo sus dos goles. Dos goles que podrían servir de referencia sobre lo que fue su vida; uno, de dónde surge la famosa "mano de dios"; el gol de la trampa, del engaño, de lo antiético. (Para quien no lo recuerde lo metió con la mano y fingió que fue legítimo). El segundo, el gol de la genialidad, del talento, de la magia futbolística (ese donde se quita a 8 contrarios y anota de forma magistral). Esos dos goles podrían definir la vida del argentino: la genialidad futbolística por un lado, y la falta de moral y ética, por el otro. Algo que deja en claro que pudo ser todo lo mencionado anteriormente, menos Dios. Maradona fue después de todo “simplemente” un humano, con cualidades y defectos. Un hombre que cedió ante los exceso y jugó al fútbol con una genialidad brutal. Desde el miércoles pasado el mundo se quedo sin un mortal más: sin Diego Armando “El Pelusa” Maradona. La pregunta es: ¿Y para Dios, quien murió?
Entorno a este suceso van estas décimas:
-El mundo se conmociona
en distintas opiniones
y a todos sobran razones
al hablar de Maradona.
Porque fue cuando persona
un hombre como cualquiera ,
que nombran de mil maneras
y cuál dios tenían en nicho.
Más la pregunta es: ¿Qué ha dicho,
al verlo, el Dios de a de veras?
Facebook: Simón Toledano.