- Las evidencias de animales arrojados a las huertas son prueba suficiente de las malas prácticas de algunas empresas de la zona
Miguel Bautista
Martínez de la Torre, Ver.- Nuevamente la contaminación sigue siendo un problema de las comunidades rurales, principalmente en una de las zonas más pobladas de esta ciudad como es Plan de Limón, donde en meses anteriores se evidenció que arrojaban desperdicios avícolas en las huertas que circundan la zona, hoy incluso son reses muertas las que ponen en peligro la producción de cítricos en aquella zona.
Pobladores del municipio ya dieron notificación a las autoridades ejidales de esta comunidad pero sigue sin haber respuesta para los productores que han sido afectados con estas prácticas, pues no se sabe quién o quiénes son los que arrojan los restos de animales muertos en las huertas con el objetivo de perjudicar el suelo con la contaminación dominante.
Las fotografías muestran desechos de animales arrojados en los plantíos, tales como reses o vacas, pues hasta el momento son tres ejemplares los que han sido encontrados en los cañales y limonares de esta congregación, anteriormente fue señalada una granja avícola de tirar desperdicios en esta zona, además de que fueron encontrados también hace un tiempo desechos porcinos en diferentes plantíos, por lo que hace sospechar que es alguien de los mismos habitantes de esta comunidad y que conoce a la perfección la zona.
Acusan complicidad u omisión por parte del comisariado ejidal de la comunidad, así como su consejo directivo, pues al tener conocimiento del problema no ha acudido a pedir ayuda ante las autoridades de impartición de justicia, afectando sobremanera el suelo de la comarca por los ríos de sangre y vísceras, además de los olores tan pestilentes y la contaminación por el pelo de los animales.
Esta situación tiene graves implicaciones, pues este tipo de contaminación desempeña un papel fundamental en la producción de los distintos cultivos sembrados, así como el balance hídrico de las cuencas, por lo que el deterioro de los suelos y el ambiente ya comienza a afectar a los productores, ya que los rendimientos por hectárea han iniciado una espiral descendente que ya los ubica en niveles más bajos de la media productiva en relación a otros plantíos.